La amiguita del hijo de mi novia - Relatos Eróticos

La amiguita del hijo de mi novia

... estaba preparándome un café, la bese apasionadamente, mientras la abrazaba, y con las dos manos le masajeaba el culo, estaba completamente denuda, debajo de la bata, con el abrazo podía ver sus magnificas tetas, al entreabrirse la bata, empecé a besar su cuello, y agarrándole el culo fuertemente, la presionaba contra mi verga , que estaba en su máxima erección, y que se la sobaba por su conchita, yo estaba en una arrechura tremenda, por la escena que había observado mientras ella se duchaba, en eso, vi de reojo que Javier se paraba en el resquicio de la puerta, sin entrar completamente, nos estaba observando, lo que aumento mi morbo, me hice como si no lo hubiera visto, y más bien empecé a acariciar mas el culo de su madre, y a subirle la bata , sin dejar de besarla, le seguí remangando la bata hasta dejar su culo al aire, para que Javier pudiese verlo completamente desnudo, vi de reojo como retrocedía, para esconderse un poco mas y ver lo que hacíamos, sin que lo viéramos, solo asomaba un poco su cabeza para no perderse nada de lo que yo hacía con su madre.

Se me ocurrió hacer más intensa la situación, y sin dejar de besar a Andrea, la hice girar para que enfrentara la puerta, y le bese la nuca, mientras liberaba el cinturón de su bata, y dejaba expuesta a la vista de Javier, sus tetas, y su conchita, Andrea ya estaba arrechándose y se dejo hacer, yo apretaba sus tetas con una mano, y la otra la empecé a deslizar hacia abajo, para acariciar su conchita, la que encontré ...

... húmeda, entonces deslice mi dedo por la raja que se abría entre sus labios vaginales, y después de frotarlos un poco, metí mi dedo medio dentro de su concha, que estaba mojada con líquidos interiores, metía y sacaba mi dedo, arrancando murmullos de placer de ella, mire de reojo, y pude ver la cabeza de Javier apenas asomada viendo lo que le hacía a su madre, y pensé riéndome por dentro, que se debía estar haciéndose otra paja, y me propuse que lo dejaría seco esa noche, de tanta paja que se iba a hacer.

Permanecimos un buen rato acariciándonos, y yo le murmuraban al oído, que quería comerle la conchita, y diciéndole todas las cosas que quería hacerle, ella se ponía mas arrecha cuando escuchaba las cosas que yo le describía con mucho detalle, mientras seguía frotando su clítoris, y metiéndole el dedo lo mas al fondo que podía, hasta que ella lanzando un gemido empezó a temblar, y soltó todo su cuerpo, tuve que sujetarla para que no se cayera al suelo, y yo mismo trastabille , y casi nos caímos los dos.

Cuando Andrea se recupero, se arreglo la bata y me dijo que teníamos que tranquilizarnos porque Javier podía entrar en cualquier, momento, eso hizo que yo me riera por dentro, pues sabía que él no había perdido detalle de lo que habíamos hecho, me arregle un poco y empezamos a preparar una merienda.

Javier entro a la cocina a los pocos minutos, los suficientes para que su erección, disminuya, aunque aun pude notar un bulto bastante prominente en su bóxer, que era lo que ...