1. El chico del Call center 3


    Fecha: 10/03/2018, Categorías: Gays Autor: newaxl04, Fuente: SexoSinTabues

    El agua tibia de la ducha limpió los restos de sudor y relajó mis músculos. Fregaba mi cuerpo con el gel de baño cuando sentí otro par de manos extendiendo la espuma por mis hombros y espalda. Opté por quedarme quieto cuando esas manos empezaron a bajar un poco más, ardientes y seguras, hasta afianzarse con fuerza en mis glúteos redondos. Contuve un gemido, consiente que conduciría a algo más. – Felix, llevamos casi 24 horas en lo mismo- le dije sofocando un jadeo – ¿vamos a pasarnos el día descanso aquí encerrados? – Depende- respondió besando mi cuello – si vamos a quedarnos haciendo esto, sí. – Creí que íbamos a comer– me atragante cuando sus manos rodearon mi cadera para atrapar mi creciente pene– No queda nada en la nevera. Sentí que se encogió de hombros pero no respondió. Gruñí. Su dedo índice empezó a dibujar círculos en mi glande, esparciendo el precum que se mezclaba con el agua mientras me hacía una pequeña paja en mi verga ya dura como piedra. Luego mordió mi cuello y mi respiración se cortó. Mis piernas empezaban a fallar. – ¿Quieres que me detenga ahora? – preguntó mientras lamía el lóbulo de mi oreja. A su vez empezó a rozar su erecto pene por toda la línea de mi culo con un suave vaivén. – Supongo que podemos ir a cenar luego– le dije rindiéndome– ahora, por favor follame. Me empujó con un poco de fuerza contra los azulejos de la ducha y empezó a devorar mi cuello soltando gruñidos. Abría mis glúteos para masajear mi ano alrededor del esfínter utilizando dos ...
    ... dedos ensalivados. Con una insoportable calma empezó a deslizar un dedo en mi interior, mordía mi oreja y con su mano libre recorría mi pecho y pellizcaba mis pezones. Luego de lo que me pareció una eternidad, introdujo un segundo dedo y aumento la velocidad mientras yo emitía entrecortados gruñidos. Cuando por fin utilizo el tercer dedo yo estaba fuera de mí, movía hacía atrás el culo en busca de sus dedos que movía rápido y luego lento, buscando sacarme de quicio. Lo conseguía. – ¿Llevamos esto a la cama o lo terminamos aquí? – susurro en mi oído y luego metió su lengua. – Donde quieras, pero por favor métela ya– prácticamente suplique. Él se aprovechó de ello. – Pídelo. – Te necesito. – ¿Qué cosa necesitas? – Necesito tu dura verga en mi culo ahora mismo– gruñí. Sentí como temblaba ligeramente mientras reía el grandísimo hijo de puta. Me tomó fuertemente de los brazos y me saco de la ducha. No secó a ambos rápidamente y me condujo a la habitación mientras devoraba mi boca. Cuando toqué el borde de la cama él tomó mis muslos y tiró con facilidad, envolví mis piernas a su alrededor, mi verga apretándose contra su abdomen mientras la suya hacia cosquillas entre mis glúteos. Gemí como desesperado y otra vez sentí su risa, ahogada en mi boca. Curiosamente esta vez me pareció sexy y volví a gemir. – Por favor– suspiré. Me dejó caer con cuidado sobre mi espalda mientras me besaba lenta y profundamente, podía sentir su lengua invadiendo y dominando mi boca, sus manos recorrían mi ...
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