1. Verdaderas amigas (Primera parte)


    Fecha: 14/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonrió.
    
    —Pues sí amiga, qué te puedo decir. El mejor consejo que te puedo dar es éste: Busca diversión más allá de tu relación.
    
    —¿Te refieres a tener sexo con otros hombres? ¡¿A pesar de que estoy casada?! —le pregunté asombrada de lo que me sugería.
    
    —¡Claro! La vida se hizo para follar. A mí me funciona y no sabes lo desestresante que es. Una mujer sexualmente satisfecha es una mujer feliz.
    
    —¿De verdad lo haces con otros además de tu marido? No te creo. ¿Por qué no me lo habías dicho? —le dije totalmente desconcertada.
    
    —Bueno, es que antes no teníamos tanto de conocernos y pues...
    
    —Pero puedes confiar en mí. Te juro que no se lo diré a nadie —le dije con entera honestidad.
    
    —Claro... ahora sé que puedo hacerlo, no tienes ni que decírmelo, y es por eso que te lo comento ­—me dijo.
    
    —Y, ¿ya te cogiste a...?—le dije señalando al camarero quien estaba en la cantina preparando otras bebidas, a unos pocos metros de nosotras.
    
    Aún dudaba de si ella hablaba en serio; no sabía si sólo estaba jugando o si de verdad se había atrevido a hacerlo con tan tremendo hombre, a quien me imaginaba bien dotado por su varonil apariencia.
    
    —Aún no. A Carlos recién lo contraté. Pero hoy mismo me lo pienso tirar —me contestó con plena convicción.
    
    —¡Ah, ¿pero hablas enserio...?! —le dije con estupor.
    
    —Pero por supuesto. ¿No has visto el buen físico que tiene? ¿Por qué crees que lo contraté? —me preguntó ladina.
    
    —Porque da un buen servicio —le respondí sonriendo y ...
    ... señalando mi bebida que estaba deliciosa.
    
    —Sí, pero en la cama, o por lo menos eso espero —dijo Vanessa.
    
    Ambas reímos y luego continuó.
    
    —Ay amiga, si te contara mis aventuras —me dijo.
    
    —Cuenta, cuenta —le dije con real interés.
    
    Mordiéndose el labio inferior guardó silencio un segundo y luego de asegurarse de que nadie de su servidumbre estaba tan cerca como para escucharnos prosiguió.
    
    —Está bien Daima, pero sólo para que te animes y te liberes tú también —me dijo.
    
    Fue entonces que Vanessa me contó sobre su primera infidelidad.
    
    «Un par de años antes de conocerte, Alex y yo habíamos ido junto con unos amigos de él a un bar. Para ese entonces ya me había fastidiado el distanciamiento de mi marido y esa noche se había portado particularmente indiferente. Sólo por mi insistencia me había permitido acompañarle esa noche, de seguro quería pasarla bien con sus amigotes y algunas fulanas. Bueno, el caso es que probablemente le fastidié sus planes porque toda su atención la volcó a sus amigos haciéndome a mí a un lado.
    
    Alex ni siquiera me dirigía la palabra así que decidí alejarme y, con el pretexto de ir a los sanitarios, me fui a sentar frente a la barra donde pedí un par de tragos. No pasó mucho tiempo para que alguien me abordara.
    
    Yo, que ya estaba picada, ni tarda ni perezosa acepté sus insinuaciones. Después de asegurarme que Alex no me veía tomé la iniciativa y me llevé al tipo al baño de las chicas. Al entrar con él, las chicas que allí estaban se ...