1. Las pajas con mi prima Camila (2)


    Fecha: 14/03/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Era el día del Carmen. Había fiesta en el pueblo. Desde muy temprano andaba la charanga dando la alborada. Los perros no sabían dónde meterse con el ruido que hacían las bombas. Los hombres, en la taberna, se ponían hasta arriba de aguardiente, coñac, ponche, cada loco con su copa, y en casa, cada loca con su copa, ya que las mujeres le daban bien al Sansón, a la Santa Catalina y al anís las Cadenas o al del Mono. Mis padres y los de Camila compraran un cordero ya sacrificado y lo repartieran a la mitad. Era un día tan especial que hasta el tonto del pueblo estrenaba ropa. Se respiraba aire de fiesta por todas las esquinas.
    
    Me encontré con Camila en el camino. Traía el pelo recogido en una trenza que le caía por el lado izquierdo de su cuerpo. Llevaba puesta una falda verde que le daba por las rodillas y una camiseta blanca. Calzaba unas sandalias blancas de tacón alto. Las medias eran de color carne, de las de liguero y eran nuevas como todo lo que llevaba puesto. En las manos llevaba dos cubos. Me preguntó:
    
    -¿Vas a jugar el partido de solteros contra casados?
    
    -¡Estás guapísima!
    
    -Y buenísima.
    
    -Y buenísima.
    
    -Sí, estoy como un tren, pero no me contestaste. ¿Vas a jugar ese partido de fútbol?
    
    Ella era así. Decía las cosas como las sentía.
    
    -Sí, lo voy a jugar y lo vamos a ganar los solteros.
    
    -No lo juegues.
    
    -¿Por qué? -le pregunté mientras caminaba a su lado, vestido con mis Lois, mi camisa blanca y mis zapatos nuevos.
    
    -Por qué te pueden dar una ...
    ... patada mal dada y se jodería la marrana.
    
    -¿Qué planes tienes?
    
    -Esta noche quiero que nos pajeemos uno frente al otro, que me comas el coño de aquella manera que me dijiste y que me des por culo. Quiero correrme tres veces.
    
    -Algo inventaré para no jugar el partido.
    
    -Estás cojo.
    
    -No te entiendo
    
    -Que te hagas el cojo.
    
    Empecé a cojear al caminar.
    
    -¿Adónde vas?
    
    -A la taberna.
    
    -De eso nada que vas a empalmar una borrachera con otra y después no me vales. ¿Adónde decías que ibas?
    
    -Contigo.
    
    Le cogí los cubos y, cojeando, fui con ella a la fuente.
    
    Eran las once y media pasadas. El vocalista de la orquesta Poceiro, mal cantaba la canción "Delilah", de Tom Jones. La plaza del pueblo estaba petada. Vinieran de todas partes, pero aun así, los niños corrían entre la gente, más de uno para tocarles el culo a las mujeres. Yo estaba bailando con Camila. Me llegaba su olor a colonia y a desodorante. Sentía sus tetas contra mi cuerpo. Estábamos bailando el agarrado. Haciendo que cojeaba, le iba frotando la polla contra su ombligo.
    
    -Estás muy guapa y hueles muy bien -le dije mirándola a los ojos.
    
    -Tú también. Hueles mejor que el cordero asado. ¿Qué te echaste?
    
    -Varón Dandy.
    
    -Tengo unas ganas locas de comerte la boca -me dijo al oído.
    
    -Y yo a ti.
    
    Camila, ya no aguantaba más.
    
    -Al acabar la canción me voy. Te espero en mi casa. No tardes.
    
    Al acabar la canción, se fue. Un minuto más tarde dejé la fiesta y enfilé el camino a su casa. Vi a ...
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