Diario de un padre II (Laurita, mi hija)
Fecha: 16/03/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Continuando con el relato anterior, después de estar un rato más con Sthefanía entre mis brazos, encima de mí, sobre mi pecho.
Ahí fue cuando volví a la realidad y me giré sacándome de encima a Sthefanía, me vestí con la ropa que antes cargaba, le dije a Sthefi que esperara unos minutos antes de bajar y salí del cuarto directo a la ducha.
Mientras me duchaba no podía dejar de pensar en esos pasos alejarse de la puerta. Si era Laurita, ¿por qué no llamó? Y si estaba ahí ¿escuchó algo? ¿Cómo se sentiría? Decidí no pensar mucho en ello aunque inevitablemente se me venía a la cabeza.
Tardé unos 30 min en la ducha y al volver a mi cuarto, allí seguía Sthefanía pero ahora dormía como una angelita, me apresuré a ponerle la ropita que cargaba y a arroparla. Me cambié la ropa y salí como si nada hubiera pasado.
Al llegar a la cocina Laurita me preguntó por su amiga a lo cual respondí que estaba arriba y se había quedado dormida. Noté que estaba un poco más seria y mientras mi cabeza daba mil vueltas al asunto, Laurita soltó un suspiro.
-¡Juuuuuuuuuuiiiius! Ya está el almuerzo papi. No vayas a criticar mira que mucho me esforcé.
-Jajaja… Tan linda mi hija –asentí dándole un beso en la frente- Mmm! Huele rico al menos.
-Voy a buscar a Sthefani, que mala costumbre de andar durmiendo.
-Déjala dormir, amor. Vamos a comer nosotros y que ella coma antes de irse. ¿Bien?
-Está bien, pero cuando vuelva que ella misma caliente su comida.
La tarde transcurrió ...
... con total normalidad. A eso de las 6pm ya Sthefanía se había retirado a su casa, después de unas miradas picaras entre nosotros, lo que dejaba abiertas las puertas a una nueva aventura.
Ya en la noche, empezó a hacer un tiempo terrible. Llovía con fuerza y estaba tronando. Justo cuando en el noticiero decían que se trataba de una pequeña tormenta eléctrica, se fue la luz y al instante mi hija dio un grito que se escuchó por toda la casa y antes de que yo me levantara ya ella estaba entrando a ciegas en mi cuarto.
-¿Estás bien? Miren a la miedosa. Jajajajaja
-Pa’ esta lloviendo horrible. Me quiero quedar aquí hoy, ¿sí? ¿Me dejas?
-Está bien, es solo agua. No tienes por qué preocuparte, amor.
Dicho esto, nos metimos a la cama. Ya yo estaba agotadísimo por lo sucedido durante el día.
Mi hija se acostó con la cabeza apoyada en mi pecho y en seguida me dormí. Recuerdo haber soñado con Sthefanía, soñaba que la cogía con más fuerza pero en casa de sus padres, era algo extraño el sueño, soñaba que me masturbaba y me mordía el cuello y el pecho mientras yo le metía la mano en sus braguitas. Sorpresa para mí que de repente desperté y mi hija me estaba masturbando y se aferraba a mí con fuerza. Al recobrar de nuevo mis sentidos me di cuenta que mi mano por dentro de su short y sus braguitas de algodón hurgando sus nalguitas. Ella debió sentir que me desperté pues en seguida la tenía sobre mí diciendo:
-Papi, te escuché coger con Sthefanía. ¡Quiero sentir lo ...