1. Mis hermanas, mis amantes


    Fecha: 17/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hacerle daño, ella no aguantó más y me regó la boca con un chorro enorme de flujo femenino, y quedó desmadejada, ahíta de placeres sobre el sofá, con los ojos cerrados y relamiéndose los labios en los que conservaba unas gotitas de mi semen.
    
    Después de su super-orgasmo y como era consciente de que su coñito estaba muy lubricado, me senté en el sillón con el miembro erecto y le pedí que se sentase sobre mi verga. Sonia obedeció y poco después noté el roce de su rajita con la cabeza gordísima de mi glande.
    
    Se fue sentando despacio y su rajita se abrió dando vía libre a mi pollón que se fue incrustando en su sexo, buscando la frontera de su útero. Cuando su pubis rozó mis testículos e nuevo llenos, me di cuenta de que ese pedazo de polla ya estaba dentro de su vagina y fui consciente de que me estaba follando a mi hermana menor.
    
    Tenía el coño calentito y muy estrecho y temí que las dimensiones de mi miembro viril le hicieran daño, pero sucedió todo lo contrario. Sonia gemía, gritaba mi nombre y me pedía que la follase con fuerza. Y diciendo esto comenzó a cabalgarme a un ritmo alocado y noté y escuché el chapoteo de mi pene en su coño encharcado y disfruté a tope. Jamás había gozado tanto jodiendo a una mujer.
    
    Yo jugaba con sus tetas, con sus pezones, mientras ella, ensartada con mi cipote, movía las caderas como una batidora, o saltaba como si fuera amazona sensual y excitada, volviéndome loco de placer inenarrable, y sintiéndome el hombre más afortunado del mundo ...
    ... por poder follar con esa hembra tan hermosa.
    
    También apretaba sus nalgas rollizas, apetitosas e incluso le metí un dedo en el culito. Ella se retorcía de tanto gozar y de sus orgasmos, pues era multiorgásmica, como me confesó, mientras la follaba.
    
    Sonia tuvo un orgasmo y aceleró su cabalgada, mi pene entraba y salía por ese túnel de los placeres, por ese nido caliente y prohibido para un hermano.
    
    —Sonia…¡No aguanto más, me voy a correr!...¿saco mi picha de tu chochito?
    
    —¿Nooo, Lolo, sigue jodiéndome!...¡Llena de leche el coñito de tu nena!
    
    —¿Y si te dejo embarazada?
    
    —Sería nuestro hijo. Yo después de esto que me has regalado, no quiero joder con ningún otro hombre. Desde hoy tú serás además de mi hermano, mi amante, mi marido.
    
    No pude seguir hablando pues de nuevo me corrí, pero esta vez dentro del coñito de Sonia. Mi leche salía a borbotones, regando la vagina estrecha y cálida de mi hermana. La besé con un morreo de amantes, mientras ella temblaba víctima de una cadena de orgasmos seguidos y yo seguí un buen rato vaciándome en su conejito, que llené de leche.
    
    De repente oímos un grito y nos encontramos con nuestra hermana, Mariló, que cargada con una cesta llena de alimentos entró en el salón y nos encontró follando.
    
    Mariló tras la muerte de su esposo, Raúl, a los 32 años era una mujer preciosa. Alta, rubia natural, de ojos verdes, con un cuerpo de supervedette, pleno de curvas era un monumento femenino.
    
    Estaba preciosa totalmente enlutada, pero ...
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