1. Mis hermanas, mis amantes


    Fecha: 17/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sus pechos grandes, voluminosos y redondos, eran una dulce tentación para mí que desnudo acababa de eyacular en el coño de nuestra hermana menor. Me fijé en la cara tan bonita de Mariló, en esos labios golosos, carnosos y pintados de rouge fuerte, como a mi me gustan.
    
    Me fijé en su cintura estrecha y deseé follar su culo, que siempre me había excitado. Lo tenía más gordito que Sonia, con unas nalgas respingonas y pellizcables, que ella bamboleaba con picardía y sensualidad.
    
    —¡Sois unos cerdos!...¿cómo se os puede ocurrir la marranada de echar un polvo en casa de nuestros difuntos padres?—Gritó encolerizada y fue entonces cuando, Sonia, se levantó desnuda, con el chocho rebosante de semen y de fluidos femeninos y la abrazó contra su cuerpo, amarrándola con todas sus fuerzas.
    
    —¡Lolo, ayúdame a desnudarla!...¡Esta viudita necesita una buena polla como la tuya, mi amor!
    
    Sin pensármelo dos veces y mientras Mariló, trataba de liberarse del placaje de su hermana, que es una experta en artes marciales, yo me puse a su espalda y le bajé con deseo la cremallera de su vestido negro, de luto.
    
    Poco después y pese a sus pataleos nuestra hermana estaba en bragas y sin sujetador, con esos pechos enormes, como cántaros de miel, lamidos y sobados por Sonia, que gozaba con unas caricias lésbicas a su hermana mayor.
    
    Yo le arranqué la braga y ese culazo grande, excitante se quedó ante mi vista, ofrecido e indefenso, ya que Sonia la tenía bien sujeta e inmovilizada. Le ...
    ... hicimos doblarse y dejamos su culo expuesto, a la vez que nos mostraba su chochito húmedo y abierto, por la excitación, que le provocaba nuestra agresión sexual, por muy fraternal que ésta fuera.
    
    Sin pensármelo dos veces y mientras le tocaba también una de sus tetas enormes, que mostraba al tacto el pezón erguido, con la otra mano le conduje mi polla a su coño depilado y de una embestida se la clavé entera hasta los testículos.
    
    Mientras me la follaba, pensé en lo que se había perdido mi difunto cuñado, Raúl, al moririse tan joven, dejando ese bombón de mujer expuesto a que un cerdo y miserable como yo, la estuviera follando a lo bestia y en contra de su voluntad.
    
    —¿Siiiii!...!siii!...¡Jódeme mi amor!...¡Folla a tu perritaaa!
    
    Inesperadamente mi hermana, Mariló, estaba gozando mientras la follaba. Ya era una mujer sometida a mis deseos. Ahora ya tenía a dos amantes jóvenes y hermosas, dispuestas a follar conmigo y a ser sometida a toda clase de juegos eróticos, que yo quisiera.
    
    La jodí con furia, notando el chapoteo de su chocho, que me daba un gusto muy especial y cierto morbo, al ser lampiño como el de una jovencita. Nuestra hermana, Sonia, mientras tanto la estaba morreando al mismo tiempo que yo la follaba.
    
    —Ahhh…ahhh…ufff…urrgghh —jadeaba mi hermana, Mariló, mientras yo la embestía hasta dejarla totalmente empalada, notando sus nalgas en mi pubis.
    
    Al rato ya no pude aguantar más y me corrí en su coñito, llenando su grutita íntima con mi semen. Mi hermana, ...
«1...3456»