1. Pueblo chico... Infierno grande III


    Fecha: 17/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Afroditha33, Fuente: CuentoRelatos

    Después de la Muerte de la Sra. Isabel, en dos años las cosas cambiaron mucho en el fundo, efectivamente la ahora Sra. Amalia estaba a cargo de la casa, pero la verdad ella era como un anima, presa del desamor, la violencia y la culpa. Mamá se ocupaba de todo, incluso del marido y el hijastro de ella.
    
    —Ya estas echada otra vez como una maldita vaca! agradece que llevas a mis hijos en el vientre o te boto como la basura que eres!! - Dijo una vez más Benigno a su nueva esposa, ya había pasado un año desde su matrimonio y estaba embarazada de gemelos, para satisfacción del viejo eran 2 varones, pasaron dos meses en la capital ya que al igual que sus hermanas, el embarazo de Amelia era de alto riesgo. En ese tiempo Mauricio se hizo cargo del fundo... No había gran diferencia entre él y su padre, era una versión renovada del viejo, cruel, déspota y con un libido imparable.
    
    De Gabriel poco supe, al morir su madre casi no tenía motivos para venir acá, me escribía de vez en cuando y sus cartas me llegaban a través del padre Antonio, quien era cómplice de nuestro secreto, seguramente porque él también sabía lo que era perder un Amor.
    
    —Un día me encontraba en la cocina lavando platos y aparece el Joven Mauricio un poco bebido, como ya se le hacía costumbre, tenía 21 años pero su corazón era el de un viejo seco.
    
    —Hey tú, Lo-la! oye!
    
    —Que se le ofrece! mire cómo anda, siéntese que le preparo un café
    
    —Nooo, no, no!! Yo no quiero café, yo quiero una mujer y la quiero ya! ...
    ... - tambaleándose y con la voz notablemente alterada por el whisky
    
    —Nada de alcohol! un café he dicho!
    
    —Cállate puta de mierda, te dije que quiero una mujer! - Me tomó el brazo y lo torció hacia mi espalda haciéndome inclinar sobre el mesón de la cocina mientras con la otra mano comenzó a bajar mi calzón y torpemente recorría mis nalgas al descubierto.
    
    —Mira que culo tan redondito y respingón tiene esta potranca! y hasta huele delicioso! - comenzó a deslizar sus dedos entre mis piernas hasta llegar a mi coño, frotaba y frotaba mi clítoris, a pesar del miedo que sentí no podía evitar que mi cuerpo reaccionara delatándome a través de la humedad que empezaba a emanar de mí.
    
    —Por favor Joven, suélteme ya, no haga algo de lo que se pueda arrepentir!
    
    —Arrepentirme yo??, si yo soy un Soto-Mayor y algun día seré dueño de todo esto... me escuchaste estúpida, dueño de tooodo esto, incluidas tú y la puta de tu madre, pero ya esta vieja y fofa, quizá ya es tiempo de darnos paso a la nueva generación!! -. Solo se detenía para seguir empinándose la botella, sus tambaleos y tono de voz mostraban que estaba cada vez más borracho, así que no fue difícil zafarme.
    
    —Suélteme!
    
    —Dónde vas puta de mierda!! - Me tomó de los brazos y comenzó a besarme el escote y el cuello, en realidad más que besos eran torpes lamidas mientras repetía incoherencias -. Esto es lo que te gusta verdad perrita??, Así te lo hace el viejo eh??, vamos Amalita déjame poner la verga en tu culo, será solo ...
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