Angélica Vestida de Mujer numero 1,2 y 3.
Fecha: 18/03/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... forma en que me trataba y el hablarme en femenino que me dispensaba, me hacía ponerme aún más nerviosa, me sentía como una presa, en manos de un depredador, pero esa sensación me gustaba, y a la vez en mi mente reforzó la idea de que efectivamente era yo mujer y esa atracción hacia a los hombres era la que estaba atrayendo a ese señor.
Era un hombre como de 50 años pero muy bien conservado, moreno, muy velludo y más en el pecho, alto como de 1,90, un poco gordo pero más bien su cuerpo era grueso, tosco, sus manos eran grandes y de aspecto fuerte, rugosas, pensé que hacia algún tipo de entrenamiento físico que mantenía sus manos así de firmes y oscas, pero a la vez inquietantes, sus ojos eran profundos y su boca dibujaba en todo momento una sonrisa maliciosa y juguetona a la vez, su cabello entrecano y con un torso muy fuerte llevaba un traje de baño tipo bikini de licra blanco y se le marcaba un paquete que dejaba imaginar las más terribles fantasías pues se notaba tenía una verga grande, de hombre; nada que ver con la cosita con la que yo había nacido “mi cli” como yo le digo media apenas un 1 cm, y cuando me penetraba con mi dildo en casa se achicaba aún más , era más bien un botoncito de carne lo que yo tenía.
-Claro papi, conteste a lo cual de inmediato me abrió una cerveza que saco de una enfriadora y me la dio en la mano al mismo tiempo que aprovecho con la otra a acariciarme una pierna, yo me dejaba hacer, me estaba calentando mucho.
-¿Cómo te llamas cielo? ...
... me pregunto, a lo cual le respondí
-Angélica papi
Aunque mi cli era muy chiquito como ya mencione, eso si la naturaleza me compenso con unas nalgotas blancas de hembra y unas piernas de campeonato, me veía yo muy rica en tanga y brasiere, mis pechos no eran muy grandes pero las hormonas ya habían estado haciendo su efecto y tenía yo ya unas tetitas muy sabrosas, soy talla 34 c de busto, y mis pezones son grandes y con aureola como de 5cm, rosados y prominentes como una teta sobre mi teta, rozados y muy paraditos y se paraban aún más a la mas mínima excitación, o roce. En ese momento mis pezones estaban como dicen los hombres empitonados, y marcaban escandalosamente a través de la delgadita tela del brasiere rosita, delatando ante Raymundo que me estaba excitando.
Su mirada libidinosa, lo podía yo ver como recorría mi cuerpo con crápula mientras me hablaba pausada pero con mucha seguridad y seguía relatándome las cosas que le gustaba hacer en la playa, que si le gustaba nadar, que si iba seguido a tomar con sus amigos, y que no tenía esposa, al parecer era divorciado.
La charla continuo sobre cosas banales pero a la menor oportunidad se aprovechaba para acariciar mis piernas, en esos momento estaba yo de ladito hacia él y el de cuclillas enfrente a mí, como veía que yo no protestaba cada vez sus manos avanzaban más hacia arriba de mis piernas y un poco más acercándose a mis nalgas descubiertas a la luz del sol, de momento me sugirió con cierta autoridad lo cual me ...