Angélica Vestida de Mujer numero 1,2 y 3.
Fecha: 18/03/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... encanto que mejor fuéramos a una palapa que había allí cerca, para seguir conversando, de inmediato asentí con femineidad con la cabeza, entreabrí mis labios y mis curvas turgentes se levantaron de la arena con delicadeza, mis posaderas blancas hacían de respingo un natural movimiento hacia atrás, y quede de pie ante el con las nalgas completamente posadas ante su mirada como toda una hembra, sacando el culo lo más posible como mi mami me había enseñado, y seguí levantando y agarrando de manera muy modosita mi toallita y mi bronceador, y mis gafas dándole una estupenda vista de mi nalgatorio bamboleándose cada que me agachaba y me volvía a levantar ante él, y metiendo todo en mi bolsa de playa me encamine hacia donde él me había ordenado, Raymundo se paró detrás de mí, y apenas pude dar un solo paso cuando sentí que me pego una sonora nalgada en mi pompa derecha mucho más fuerte que la anterior tan fuerte que casi me voy de lado diciéndome:
-Me encanta tu culo guera, estas buenísima.
Mis labios se quedaron sin poder hablar era la segunda vez que me pegaba un extraño en las nalgas en unos cuantos minutos y yo simplemente no podía protestar, él sabía por dentro que me encantaba, él sabía que yo era una puta.
Raymundo como ya me había dicho se llamaba aquel hombre al presentarse, me condujo con una mano en la cintura como guiándome gentilmente pero con firmeza, hacia donde estaba la palapa, no sin antes no dejar de decirme cosas obscenas en el oído, que si estaba ...
... yo muy buena, que si caminaba como una puta, que mis nalgotas podrían ser su almohada
-Me encanta tu culo guera, estas buenísima.
Mis labios se quedaron sin poder hablar era la segunda vez que me pegaba un hombre que era prácticamente un extraño en las nalgas en unos cuantos minutos y yo simplemente no podía protestar, él sabía por dentro que me encantaba, él sabía que yo era una puta.
Raymundo como ya me había dicho se llamaba aquel hombre al presentarse, me condujo con una mano en la cintura como guiándome gentilmente pero con firmeza, hacia donde estaba la palapa, no sin antes no dejar de decirme cosas obscenas en el oído, que si estaba yo muy buena, que si caminaba como una puta, que mis nalgotas podrían ser su almohada, cosas así, creo que la mezcla de la cerveza que me había yo tomado, ya que no estoy acostumbrada a beber, y la excitación me estaba matando; creo que al fin estaba yo rindiéndome ante los impulsos del macho alfa pues ya no decía nada, pensaba ,hace unos minutos lo acabo de conocer y ahora me está tratando como su puta, solo escuchaba lo que me decía y seguía caminando meneando mis caderas cada vez con más voluptuosidad como queriendo agradarlo; nos dirigimos hacia unas sillitas tipo bar de esas que queda una con las pompas al aire y se apoya una en la barra.
El cantinero se quedó viéndome ya que se notaba en mí una figura altamente feminizada, muy sensual, para ser una mujer ordinaria, me veía realmente deslumbrante, además el trato que me ...