1. Fogosos adolescentes


    Fecha: 18/03/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Fogosos adolescentes
    
    Se acabó el curso, el sol calentaba las playas vizcaínas. Era mi primer verano aquí y pensé que no iba a ser tan caluroso como el verano levantino, pero también lo era. Me llamo Fran y tengo 18 años. Ahora que estaba devacaciones, iba a aprovechar la última semana en mi club de natación, para el que tenía poco tiempo por culpa de los estudios. A mí me gustaba la natación, pero si he de ser sincero, me apunté al club para poder observar de cerca a todos esos jóvenes cuerpazos que tienen los nadadores.Por la tarde me acerqué al club. Empecé por bajar al gimnasio, para ir reafirmando los músculos. Allí estaba Erik. Erik era la estrella del club. Tenía los mejores tiempos y había vencido en numerosas competiciones de nivel autonómico. Era hijo de padre sueco y madre española, aquella mezcla de rasgos nórdicos y latinos hacía un ejemplar digno de ver. Erik era un chico delgado, mediría 1.80, tenía el pelo castaño como su madre, y unos ojos de un verde profundo, característicos del norte.Me fije en él. Tenía un cuerpo espectacular, el poco vello que tenía, se lo depilaba, como los demás nadadores. Tenía unos abdominales muy marcados, y unos brazos muy fuertes. Su espalda era firme y dura, al igual que sus piernas. Tenía un cuerpo tan proporcionado, tan fibrado, tan firme, tan fuerte... que resultaba insultante.Como ya he dicho, Erik no parecía un armario, era el chico perfecto, más bien delgado, pero con todos y cada uno de sus músculos bien fuertes y ...
    ... compactos.Me quedé mirándolo. En eso me dijo:- Bueno, qué, ¿vienes o te vas a quedar toda la tarde ahí de pie?Reí un poco, y fui a una máquina al lado de él. Comencé a hacer ejercicios. Intenté seguir su ritmo, pero no pude. Estuvimos hablando un poco, y me dijo que él ya llevaba allí un par de horas, lo dijo con ese tono de voz vacilón queél tiene.Después de una buena sesión de gimnasio, me dijo que él iba a ir a la piscina a entrenar un poco, y yo, fui con él. Nos pusimos uno de esos bañadores que son de los tobillos a la cintura, para que el contacto con el agua sea menor.Mientras íbamos por los pasillos, las chicas nos señalaban. Yo no estoy mal, pero he de reconocer que nos señalaban porque él iba conmigo. Pero me gustaba que me señalaran como "el amigo de Erik".Llegamos a la piscina, y comenzamos a hacer unos largos. Ya era tarde y sólo teníamos media hora. Antes de salir, me propuso un pique. Nos tiramos al agua y comenzamos a nadar todo lo rápido que pudimos, yo me esforcé todo lo quepude, pero ganar a aquel chico era algo imposible. Erik llegó el primero y salió de la piscina, a continuación salí yo. El entrenador sonrió y dijo:- Así me gusta, que tengáis nervio!Erik rió y nos fuimos acercando, me dio un abrazo amistoso, mientras los dos jadeábamos de cansancio. Era la primera vez que lo tocaba así, noté sus abdominales pegados a los míos, y me vi envuelto en sus potentes brazos. Yo agarré su espalda y lo apreté contra mí, sintiendo su cuerpo me empalmé considerablemente, ...
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