1. Luego de ser penetrado por mi, tu vida cambiará


    Fecha: 18/03/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Desesperado me senté junto a sus caderas y le dije que eleve su pelvis para poder bajarle el pantalón, el así lo hizo pero sin inmutarse siquiera, seguía con los brazos detrás de su nuca y tenía dibujada una leve sonrisa picara en su carita, una sonrisa que decía: “ya ves como te estoy gustando?” cuando Gregory elevó su pelvis y yo pude al fin bajar con esfuerzo el pantalón que aprisionaba las caderas y piernas del joven noté que a la altura de los muslos también se atoraba porque eran muy gruesos, casi irritado le terminé sacando el pantalón por completo y luego aquel calzoncillo bikini tan apretado que no me permitía ver el pene prometedor del chico, cuando retiré el interior, debajo de el estaba la verga más impresionante que había visto en toda mi vida!, era un pene tremendamente grueso, y al dejar de estar aprisionado comenzó lentamente a elevarse hasta quedar completamente parado apuntando hacia el techo del dormitorio, yo estaba realmente fascinado con esto, lo agarré con mi mano izquierda y sentía el tremendo grosor de la verga, además de que estaba muy caliente, como si fuera a explotar! Me quedé maravillado sintiendo toda esa cantidad de carne deliciosa en mi mano que ni queriendo lograba cerrarse alrededor del tronco porque era demasiado gordo y susurré casi idiotizado: “que belleza carajo”, subí mi mano acariciando este pene maravilloso hasta que llegué al glande y si antes me había quedado sorprendido, ahora mi boca se hacía agua porque la cabeza de la verga ...
    ... de Gregory era enorme y de un hermoso color rosado, estaba circuncidado y era en suma una escultura porque sus formas aparte de ser muy grandes, eran perfectas!, el tronco era moreno, igual que sus testículos y tenía muy pocos vellos porque Gregory era lampiño, las bolsas caían enormes sobre la parte superior de un par de piernas gruesas y muy sensuales que aunque estaba separadas se unían en esa parte intocable de los hombres a la que se llama: “la tierra de nadie”, encerrando el mayor tesoro que guarda un macho de verdad: su ano.
    
    Yo debo haber tenido una cara de estúpido admirando esta pieza, con la boca abierta y salivando como si tuviera al postre más delicioso frente a mí, porque Gregory sonreía complacido al ver las reacciones que producía en mí su bello y apetitoso miembro.
    
    Entonces decidí colocarme entre sus gruesas piernotas y el trató de separarlas lo que más aunque era muy difícil ya que sus dimensiones eran impresionantes, era como tener en mi cama al Diego Armando Maradona en sus años mozos, me recosté entre sus piernas y mi cabeza quedó a la altura de su pene, entonces sin dejar de agarrarlo, sentir su dureza, su grosor, y su calentura, abrí mi boca cuanto pude y me metí aquella hermosa cabezota dentro, la chupé fascinado y luego la solté produciendo un sonido excitante, como cuando uno se retira un enorme chupete de la boca, su sabor era deliciosamente saladito y su aroma embriagante por completo pues se mezclaban los aromas del macho rudo y del jabón ...
«1...345...»