1. Luego de ser penetrado por mi, tu vida cambiará


    Fecha: 18/03/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... antibacterial que usó al bañarse, mamé ese pene durante tanto tiempo que terminé con dolor en las mandíbulas pues aunque era muy grueso yo quería devorarlo por completo y no me importaba las arcadas que me producía, solo quería tragármelo entero, chuparlo, lamerlo mamarlo una y mil veces porque si la verga era una delicia, también era placentero ver como el muchacho gemía apasionadamente por el placer que mis mamadas le producían, entonces le dije algo que sonó a súplica: “culéame” Gregory Garay me dijo: “si te culeo yo te mato, porque tu culo no soportará mi gruesa verga, mejor siéntate lentamente en mi pieza y te la vas introduciendo tu mismo lentamente, es por tu propio bien loco, para no partirte el ano”, la verdad es que el chico tenía razón, claro que si el me hubiera violado con semejante portento de pene yo me hubiera dejado tranquilamente, no me había importado que me desgarre el ano con tal de sentirme suyo, pero su idea no era mala, así yo manejaría la situación y me tragaría poco a poco esa delicia.
    
    Me desnudé por completo y me paré sobre el con mis piernas a cada lado de su cintura, bajé lentamente abriendo mis piernas como si fuera ha hacer sentadillas, sujeté el vergón con mi mano mientras que Gregory me ponía saliva en mi ano para lubricarme y luego sentí aquella cabeza de verga suprema en la entrada de mi culo, como si me diera un beso con aquel glande fabuloso, yo sentía desesperación porque ingrese en mi culo y bajé mi cuerpo de manera que entró ...
    ... ligeramente estirando mi ano y dándome un placer fabuloso, así que bajé mas mi cuerpo hasta que la cabeza ingresó por completo pero ahí si sentí que el ano dolió un poco y me detuve, solo logre detenerme unos segundos porque al pasar el dolor quedó una sensación tan placentera al tener aquel bolón de carne incrustado en mi culo y mi anillo rosado sucumbir ante el volumen de semejante falo, sentía delicioso, me mordía mi labio inferior, me puse de rodillas para poder dominar más la situación y sobre todo para poder continuar devorándome ese pene majestuoso y sin razonarlo más, porque lo único que quería era ser de este muchachote por completo, saber que yo le pertenecía, saber que el era también mío, que su pene estaba dentro de mi, terminé de sentarme y de tragarme toda aquella suculenta pieza de gruesa y rica carne morena, grite algo, sentí que me moría, me detuve en seco asustado porque era demasiado grande como para resistirlo adentro pero tampoco quería sacármelo, no, por nada del mundo!
    
    El chico que hasta entonces había dejado que sea yo quien maneje la situación mientras que el solo me contemplaba sonriente, tomó acción, de pronto me agarró de la cintura y me dijo con autoridad y voz varonil pero dulce a la vez: “tranquilo, toda esa pieza va ha ser tuya, pero tranquilo”, entonces subió sus manos por mi vientre, hasta llegar a mi pecho y agarró mis pezones entre los dedos índice y pulgar de cada una de sus manos acariciándolos y pellizcándolos suavemente, sólo yo puedo decir ...
«12...4567»