1. ¿Sumisa? - Final


    Fecha: 12/07/2017, Categorías: Gays Autor: LaBellu, Fuente: CuentoRelatos

    ... dentro, se giró, me cogió del pelo y me estampó un morreo que me dejó sin respiración.
    
    —Fóllame —le dije con todos mis sentidos mientras él me abría de un tirón la camisa que llevaba— pervertido, amo de los cojones, fóllame —mientras me sobaba los pechos, me lamía los pezones…
    
    Le cogí su cara para besarle con hambre al tiempo que mi pantalón caía y luego el suyo. Nos caímos sobre la hierba, le rompí su camisa con prisa, con furia, acaricié su polla dura y lo miré a los ojos.
    
    —Esta es la única manera de hacer callar a mí, aprende.
    
    Quité su slip, me puse de pie y lo arrojé lo más lejos que pude, luego me abalancé nuevamente hacia él que seguía tendido en el suelo. Le puse mi coño en su boca y chupé su verga mientras me corría muchas veces sin importame nada. Y allí estábamos los dos desnudos, deleitándonos el uno con el otro, haciéndonos gozar.
    
    Me tumbé a su lado jadeando.
    
    —¡Fóllame ya!
    
    Como una orden imperiosa, se puso sobre mí y sin coger su polla, me la ensartó y yo gocé, gocé por tenerla dentro al fin, gocé porque ese roce que provocaba el movimiento de entrada y salida me estaba llevando al paraíso y gocé porque ese macho cabrío, pervertido de los cojones, estaba ...
    ... entregado, gozando y así se quebró en el aire con su corrida. Sentí como su cuerpo se tensaba y liberaba y se desplomó a mi lado.
    
    —Lo siento, no pude contenerme más —le faltaba el aire— me has matado.
    
    —No te preocupes, descansa un poco, ya continuaremos en un ratillo.
    
    Comenzó a reírse, primero tosiendo un poco, por aquello de que le faltaba el aire.
    
    —Es que no detienes ante nada tú jajajaja.
    
    —¿Y por qué habría de hacerlo? Me llaman LaBellu ¿y tú?
    
    —Daniel
    
    —¿Pues sabes qué? Tengo sed.
    
    Advertí en su rostro una sonrisa pícara.
    
    —No, ni se te ocurra, porque hago una pajarita con tus pelotas ¿vale?
    
    —Vale, vale. Pues habrá que ir a la gasolinera otra vez —y comenzó a reírse.
    
    —Es que no has aprendido nada tú, machote.
    
    Y dicho esto, y ahora con “We are the champions” en mi cabeza, me tiré a su miembro convertida en una depredadora de mucho cuidado.
    
    Gracias por haber leído mi relato. Muchísimas gracias por haberlo comentado. Y a los que habéis leído, pero no comentado, espero que os hayáis pasado un rato agradable al menos. Esto no lo sabré porque no habéis dicho ni mu.
    
    Y ya sabéis, si os ha gustado mucho pero mucho, mucho, coged todas estrellas (¡que es un 10!). 
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