1. El preñador


    Fecha: 19/03/2018, Categorías: Voyerismo Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos

    ... estremecimiento recorrió mi columna vertebral.
    
    Decidí que me arriesgaría. Lo peor que podría pasar es que perdiera el tiempo.
    
    Me acerqué hasta su negocio un día y le informé de mi decisión. El denegó con la cabeza y sin ni siquiera dignarse a contestar me dio la espalda y se metió por la puerta que daba al patio.
    
    Decidí regresar otro día. Lo encontré frente a su puerta.
    
    -¿Qué pasa?, ¿por qué no me quiere atender?
    
    -Porque no tiene fe. Regrese cuando no dude más.
    
    Reflexionando en los siguientes días, llegué a la conclusión de que si todas las pruebas que me había dado de su conocimiento de mí y de mi problema, mi propia sensación de tranquilidad en su presencia, su capacidad de leer mi mente, y el hecho de que sentía que me quería ayudar de buena fe, no eran suficientes razones para que confiara ciegamente en su poder, entonces, no tenía suficientes deseos de solucionar mi problema.
    
    Me le presenté. Le entregué un papel con los datos de mi menstruación, mientras, me miraba profundamente. Di media vuelta para retirarme. Me detuvo con su voz, baja y ronca- por favor, espere un momento.
    
    Pasó a la casa mientras yo esperaba. Al regresar me dijo que los días para la sesión serían el 17, 18 y 19 del próximo mes. Debería pasar el día 16 a para ingerir en su presencia una bebida que me daría, y que hasta ese momento no lo volvería a ver.
    
    Salí alegre, confiaba en que el próximo mes sería una feliz madre preñada.
    
    No volvió a abrir su tienda. Desde ese día, no ...
    ... volví a verlo.
    
    Llegó el día 16. La tienda estaba abierta nuevamente. Cuando pasé frente a su puerta allí estaba, plantado en el sitio de siempre. Al verme me dio la espalda adentrándose en la casa, yo le seguí hipnotizada. La bebida que me dio era dulzona y de color azul, la bebí sin pestañear hasta el fondo. Me acompañó hasta la puerta, me dijo que volviera mañana a las tres de la tarde.
    
    El rito comenzó exactamente a las tres de la tarde. Tal como yo lo esperaba, hizo que me desnudara, él estaba revestido con una sotana azul clara. Indicó que me acostara sobre la mesa, donde aún permanecía el libro, mis piernas colgaban exánimes. Colocó una venda perfumada en mis ojos.-Cierre los ojos y no los abra, concentre la mente en su ombligo, hacia allí debe correrse la energía atrapada en su útero- Me relajé e hice lo que me indicó.
    
    Hacía rato que no sentía ruidos a mi alrededor. Un silencio absoluto me rodeaba. Mi piel comenzó a erizarse de repente sin que hubiera ninguna razón física para ello. Pocos segundos después, mi anticipación se volvió realidad. Una suave lluvia fría poco a poco me iba empapando. Sentía las gotas correr por todo mi cuerpo, inagotablemente.
    
    Algo que me impactó profundamente sucedió entonces: Dentro de mí abdomen, entre el ombligo y mi sexo, algo comenzó a moverse, girando primero lentamente y aumentando su velocidad poco a poco hasta que se estabilizó. Sabía que “eso” seguía girando allí adentro, pero no me molestaba. Me relajé, me concentré en ...
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