1. Yo como corneador


    Fecha: 20/03/2018, Categorías: Bisexuales Autor: concepto, Fuente: RelatosEróticos

    ... alguien quiere algún tipo de foto de estudio allí tenemos los flashes, focos… -Aquí esta el ordenador donde guardamos todo lo que hacemos durante un tiempo por si hay algún problema- les dije y pensé- y donde me puedo masturbar a gusto viendo vuestras fotos-. A él pareció gustarle la idea de que yo tuviera todas sus fotos.
    
    -¿Así que tú puedes ver nuestras fotos de los últimos meses, aquí solo?- me preguntó.
    
    Le dije que si, que guardábamos todo tres o cuatro meses, que era algo normal, yo no quería darle mucha importancia, por si acaso.
    
    Les pedí el CD que les había grabado antes para probarlo, por curiosidad. Lo metí en el ordenador y abrí una foto al azar. Se abrió una, un primer plano de ella con la polla de él en la boca, una polla que yo ya había visto, no muy larga y bastante estrechita.
    
    -Parece que funciona- dije entre sorprendido y avergonzado.
    
    -Esta si, pero prueba otra- me dijo él.
    
    Primer plano del coño de ella depilado, por lo que recordaba en las fotos de esa mañana no lo tenia depilado, pero no me atrevía a decir nada. Siguiente foto, ella a cuatro patas mostrando su culo y su coño. Yo estaba ya con un empalme que parecía que me fueran a estallar los pantalones.
    
    -Sigue mirando las fotos, ahora parecen funcionar todas- dijo. Otra foto, ella tumbada en la cama, desnuda mirando a la cámara sonriendo.
    
    Eran fotos que yo ya había visto, pero no era el CD que les había grabado, había fotos de muchas semanas distintas.
    
    -¿Te gusta la selección ...
    ... que hemos hecho para ti?- Dijo él mientras yo notaba una mano que me agarraba la polla a través del pantalón.
    
    - Si, parece que le gusta y mucho- ella dijo, desabrochándome el pantalón.
    
    Noté como su mano me agarraba la polla, tenia la mano fría y mi polla estaba terriblemente caliente.
    
    -¿ Te quieres follar a mi mujer?- me preguntó, aunque yo ya estaba con los pantalones en las rodillas y los calzoncillos no podían disimular nada el empalme que tenía. Resultaba evidente que quería follármela.
    
    Me dijo que el iba a mirar, a mi eso me daba morbo, pensar en estármela follando delante de él.
    
    Ella estaba de rodillas frente a mi, había liberado por completo mi polla, la tenia entre sus manos sopesándola, como un naturalista frente a una nueva especie, midiéndola, viendo su tamaño, su grosor, su dureza.
    
    -Ves, es como te dije, unos pantalones no pueden disimular algo así- dijo mirando a su marido.
    
    Tengo una polla normal tirando a larga, pero especialmente gruesa, mucho más gruesa que la de él.
    
    Ella me llevó hacia un sillón que tenemos, donde se sienta la gente a esperar a que les hagamos las fotos o a que se las demos. Me hizo sentarme y ella se arrodilló en el suelo y se llevó mi polla a la boca. No se la metió de golpe dentro, primero empezó a rozarla con los labios, muy suave, luego la recorrió con la punta de la lengua, dejo de ser sólo la punta y ya con toda su lengua fue humedeciendo mi capullo, estaba brillante y con la piel muy tirante de lo hinchado que ...