1. Los peones


    Fecha: 21/03/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... seguramente alguien va a venir a socorrerme. Acto seguido y ante sus miradas me terminé de sacar la blusa y la pollera que ya la tenía por la cintura y me quedé solo en ropa interior y con las sandalias puestas.
    
    Así como estaba me hicieron arrodillar y chuparlos uno a uno alternadamente y hasta me metían sus pijas en la boca los tres a la vez, después me tendí en el suelo y le pedí a uno de ellos que me penetrara mientras los otros me ponían ambas pijas a cada lado para que las chupara. así se fueron turnando penetrándome y haciéndose chupar las pijas, hasta que empezaron a acabar , uno en mi concha y los otros en mi cara, en mis pechos, estaba literalmente bañada en leche.
    
    En cuanto a mi difícil es transcribir en palabras el pacer experimentado ni las veces que llegué al orgasmo.
    
    Ya un poco repuestos y mientras me seguían manoseando el peon que había conocido a la mañana me dijo: - Me parece que usted vino por otra cosa no ?.-
    
    Yo ya estaba totalmente entregada, después de lo que había hecho, y además el peon tenía razón, así que les anuncié - Bueno si quieren pueden presenciar lo que vine a hacer, y resueltamente y en bolas como estaba me dirigí al box del caballo.
    
    Entramos y ellos no dejaban de toquetearme por todos lados y así me calentaban aún más (si eso es posible). El caballo no estaba excitado, o al menos eso parecía ya que del miembro que había visto a la mañana ni noticias, pero a medida que lo empece a acariciar, primero en la parte de la ingle y ...
    ... luego directamente sobre la bolsa, fue apareciendo el famoso miembro, me puse bien abajo y sin decir agua vá me lo metí en la boca o la menos eso intenté ya que por su grosor eso es materialmente imposible.
    
    Puedo asegurar que al animal le gustaba ya que se movía para delante y para atrás y yo lo pajeaba con las manos mientras lo besaba pasando la lengua por toda la longitud de ese miembro enorme y caliente. A mi lado se pajeaban los tres peones así que yo aprovechaba y alternativamente les chupaba un poco la pija a cada uno. La mezcla de sabores de todos esos miembros es una sensación difícil de describir con palabras. Yo estaba poseída, no cesaba de chupar y chupar. Uno de ellos se acomodó debajo mío y empezó a lamerme la concha desde abajo con lo mi placer fue incontenible, no se cuantos orgasmos experimenté. los peones empezaron a acabar en mi boca y yo no dejaba una sola goa, me encantaba ese sabor de semen de hombre con el del caballo que largaba un pequeño flujo pero que a pesar de mis esfuerzos no pudo acabar del todo.
    
    Salí de abajo del caballo y me ofrecieron para lavarme ya que estaba hecha un desastre, Mientras los hacia me volvieron a calentar con sus manoseos y volvimos a cojer pero uno solo de ellos pudo acabar, adivinen en donde?.-
    
    Luego de esto, volví al hotel , me bañe como Dios manda y dormí hasta que llegó mi marido. Nunca más volví a aquel pueblo.
    
    Después de algún tiempo, llegué a arrepentirme de lo sucedido, ya que no lo consideraba algo lógico ni ...