1. De chico a puta: Así salió la mujer que llevo dentro


    Fecha: 22/03/2018, Categorías: Gays Autor: Tugatito, Fuente: CuentoRelatos

    ... veía un hombre no podía evitar fijarme en él. No podía parar de mirar su entrepierna, su culo, buscaba su bulto en las piernas. Todo esto fue un trauma para mí, algo contra lo cual no podía luchar, pero que a la vez, me gustaba. Me estaba empezando a dar cuenta de que era gay.
    
    LA MASTURBACIÓN
    
    No sabía qué hacer, estaba confuso, sin poder aceptar aquello, y las horas pasaban para mí encerrado en mi cuarto, metido en mi cama, y sin tener apenas vida con el exterior. Sólo oía las discusiones entre mi madre y su pareja, un hombre de unos 50 años con el que nunca he tenido una buena relación. Fue ahí donde comenzó mi masturbación femenina. No era capaz de tener erecciones, y masturbarme como hombre era completamente ineficaz. Sin embargo el deseo en mí aumentaba, y me quemaba por dentro. Necesitaba un cambio, y fue entonces cuando comencé a ver videos de mujeres transexuales. Algo cambió en mí, y pude volver a tener erecciones como antaño. Por alguna razón, no podía evitar sentir el deseo al ver dos penes juntos, como el semen salía del pene dominante, cómo éste fuertemente penetraba al sumiso, y como gritaba con expresión de dolor la parte sumisa al ser penetrada. Tanto me gustó, que no pude evitar querer tener esa sensación en mi propio cuerpo. Recuero perfectamente mi primera masturbación anal.
    
    Era de noche, mi madre y su pareja ya estaba en la cama, y yo estaba sólo en mi habitación, acostado en mi cama tapado con una manta y las luces apagadas. Lentamente entonces ...
    ... decidí bajar mis pantalones, hasta la rodilla, dejando mi pene y sobre todo mi culo a la intemperie. Lamiendo un poco mis dedos antes, lentamente llevé estos hasta el orificio de mi ano y comencé a acariciarlo. Por fin! Nunca olvidaré ese momento. De repente, todas mis preocupaciones y problemas desaparecieron de mi cabeza. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al sentir el dedo de mi mano rozar mi ano por primera vez de esa forma. Las caricias duraron más de media hora, y finalmente, decidí penetrarme. Lentamente introduje mi dedo corazón en mi ano. Sintiendo una gran incomodidad que me obligó a parar. Había perdido por completo mi erección. Pensé que no me gustaba el sexo anal.
    
    Pasaron unos días sin volver a intentarlo, y simplemente me dedicaba a masturbarme como hombre viendo porno gay. Pero entonces un día, en una de esas largas secciones de masturbación, justo cuando estaba a punto de correrme, sin pensarlo rápidamente introduje mi dedo en mi culo. Jamás había sentido algo igual. Algo sin sentido que sólo alguien que lo haya experimentado puede entender. Esa práctica se volvió común en todas mis secciones de masturbación, hasta convertirse en algo totalmente necesario durante esas prácticas. Comenzó a gustarme meterme el dedo por el culo, y poco a poco aprendí a hacerlo sin sentir dolor. No tenía lubricante, ni dinero para comprarlos, por lo que comencé a utilizar toda aquella sustancia liquida que encontraba por mi casa, aunque pueda parecer extraño, aceite o jabón. ...