1. El piso (III: La cocina es un buen lugar...)


    Fecha: 25/03/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sentada sobre la cabeza de Jorge y mirando hacia Esther de manera que podían besarse y acariciarse al tiempo que eran folladas, una con la polla y la otra con la lengua.
    
    Sobre el suelo la escena sugería un acoplamiento perfecto, los cuerpos se habían adaptado los unos a los otros y ahora buscaban el punto de máximo placer.
    
    Concentrada en acariciar a Nuria, Esther pensaba en lo que estaba viviendo: "ohhh,... qué gusto,..ójala esta polla no se corra nunca...", "Nuria, Nuria, amiga mía qué viciosa eres, como me gustas...".
    
    Por su parte Nuria pensaba en la lengua de Jorge: "¡Dioooossss! ...ummm...¡chupa!...¡joder como me pone!..., debo estar ahogándolo con mis jugos", mientras que Jorge estaba demasiado ocupado en controlar todos los movimientos de su cadera y su lengua como para pensar demasiado.
    
    - aaaahhhh,...ya...ya...me corro...¡¡¡¡me corroooooo!!!!- gritó Jorge.
    
    Rápidamente Esther se separó de él sacándose la polla de forma que Nuria pudo agacharse en la posición del 69 agarrándola y moviéndola rápidamente como si lo masturbara mientras que Esther acercaba su cara justo a tiempo para ver como un gran chorro de esperma saltaba por los aires como si de una fuente se tratara. Los siguientes chorros producidos por el rápido ...
    ... movimiento arriba y abajo de la mano de Nuria los recibieron Esther y ella en sus caras y bocas sin dejar una sola gota, lamiendo y compartiendo todas las que caían sobre el vello del pubis y el estómago de Jorge.
    
    Una vez que acabaron estuvieron un rato charlando sobre el suelo abrazados los tres juntos:
    
    -uff, me habeis dejado seco.
    
    - ya será menos- respondió Esther.
    
    - fíjate como nos has puesto - decia Nuria mientras mostraba su pelo lleno de cuajarones blancos de semen.
    
    Los tres se reían y se besaban...
    
    - esto hay que repetirlo más a menudo - decía Jorge pensando ya en la próxima vez.
    
    - por supuesto, todas las noches ¿o no? - preguntó Esther.
    
    - ¡¡¡Ehhh!!, mira la modosita como ha cambiado- dijo riendo Nuria.
    
    Desde ese día las relaciones se volvieron más activas y abundantes, ya no importaba hacerlo por separado o juntos, simplemente bastaba que dos tuvieran ganas para lanzarse a follar, aunque lo ideal era que los tres tuvieran ganas.
    
    Las reglas habían desaparecido e incluso en algunas ocasiones andaban desnudos por la casa, lo que favorecía que se produjeran relaciones en cualquier sitio y momento: en el baño, en el suelo del pasillo, de pie apoyados en una pared, sobre el sofá o una silla etc...
    
    Continuará.... 
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