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Fiesta negra
Fecha: 25/03/2018, Categorías: Transexuales Autor: Johnny2009, Fuente: CuentoRelatos
Cuando uno vive esperando a que se le realicen todos sus deseos es muy probable que nunca ocurran, pero en la mayoría de los casos las cosas pasan por algo, ya sea para aprender o simplemente para gozarlas mientras dure la magia. Esta historia me sucedió y como dije sin planearlo ni imaginarlo y llego a ser el best seller de las cuestiones amorosas y sexuales que me tocó vivir y seguramente muchos han querido tener esta oportunidad pero nunca pudieron. Corría el año 2001 cuando me encontraba trabajando en un proyecto para realizar la fabricación a nivel industrial de zapatillas deportivas. En ese año y a pesar de la crisis nos iba bastante bien y lo lógico era buscar un futuro que acentuara nuestro nivel económico y por ende empecé a buscar el apoyo de posibles clientes que pudieran comprarme mis productos y así obtener una producción constante y duradera. Fue así que en una de esas citas de negocios conocí a Benicius, un hombre un tanto mayor que yo, de pelo cano, barba, no muy delgado, pero sobre todo muy atento y simpático. Su aspecto no concordaba con su status en la alta sociedad, pues él se movía en el mundo de las grandes finanzas como pez en el agua, aun así ese día de la entrevista decidió atenderme personalmente y de inmediato empezamos a congeniar de un modo increíble. Desde un primer momento ambos nos sentimos cómodos para expresar nuestros anhelos principalmente yo que a su lado era como una cucaracha enfrente de un elefante. En esa época yo tenía ...
... apenas dos empleados para armar miles de zapatillas que salían como pan caliente y poco a poco veíamos que el fruto de nuestro sacrificio valía la pena. Una tarde recibo la llamada de Benicio para que lo acompañe en una cena de negocios en su casa y como se imaginaran cuando corte empecé a saltar de alegría, en fin yo estaba como loco, algo que nunca me había imaginado me estaba ocurriendo en ese instante. Y aunque no me quería poner demasiado nervioso comencé a pensar y a reflexionar que haría yo ante esos gigantes de la industria deportiva. Por un lado estaba súper feliz por la invitación pero aun no me sentía seguro de ir a enfrentar a toda esa gente desconocida. Gracias a mis empleados que me hincharon tanto comencé a tomar coraje y buscando mi mejor traje, a la hora de la cita me hice presente en la enorme mansión de un barrio privado. A los pocos minutos toque a la puerta, y de forma sencilla fui recibido por Rita la mujer de Benicios, que extendiéndome su mano me hizo pasar cautivándome de inmediato con su amplia sonrisa y una simpatía sin igual de anfitriona que me hizo sentir muy cómodo desde el primer momento. Una vez adentro Benicius me presento a los demás invitados y Rita me alcanzo una copa de vino espumante que acepte complacido con una reverencia respondiendo con un —Gracias Sra. ante su amable accionar Una vez ubicado y mientras escuchaba los aportes de algunos de los presentes yo me dedique a observar a Rita que lucía un hermoso vestido color ...