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Fiesta negra
Fecha: 25/03/2018, Categorías: Transexuales Autor: Johnny2009, Fuente: CuentoRelatos
... manos exploradoras ya habían bajado la diminuta tanga hasta las rodillas y mi pija trataba de escapar a la inminente explosión dentro de mis pantalones. Cuando se bajo me miro el bulto esperando a que yo liberara a la bestia y despues sin decir palabras lo comenzó a chupar hasta el tronco produciendo hilos de saliva que brotaban de su boca y ahogaban sus intentos de clavárselo en la garganta. Cuando me tire sobre la cama ella me termino de sacar la ropa, se paró y rodeo la cama para aparecer por detrás mío, me dio un hermoso beso y siguió camino hasta mi pija dejándome enfrente a su panochita jugosa con ganas de ser chupada. Cuando la tome nuevamente de sus glúteos y roce mi lengua en su clítoris sentí su liquido caliente que bajaba por mis labios hasta mi cuello y cada vez que lo hacía me pedía que siguiera mientras mi pija parecía adormecida ante la presión de sus labios. En un momento cambiamos los roles y yo me subí arriba para clavar mi pija hasta su garganta mientras chupaba su panochita y su ano a la vez envuelto en una lujuria incontenible ante aquel cuerpo maravilloso que me estaba a punto de coger. Cuando enfrente su panochita estaba tan mojada que mi Berga se perdió inmediatamente entre sus carnes pero a pesar del goce que estábamos viviendo me pidió que acabara en su boca carnosa que esperaba semi abierta. Cuando sentí mi momento de explotar corrí arrodillado hasta sus boca y descargue mi semen sobre sus labios que apenas se abrieron para rozar ...
... mi glande e inundar su hermosa boca que trataba de absorber todo mis fluidos y tragarlos como el mejor manjar sobre la tierra. Ambos nos quedamos tendidos en la cama y a pesar de lo que había vivido con Rita aun me preocupaba la postura de Benicius en todo esto. Aún era la mañana y esto se estaba poniendo más que hermoso, todos almorzamos semi desnudos pero a pesar de ello todos habían conseguido pareja para relajarse, allí no había matrimonios ni novios solo se entrecruzaban las parejas que tenían afinidad y después de eso una siesta obligatoria para seguir amándose hasta que el cuerpo aguante. Benicius estaba acompañado por una hermosa chica mucho mas joven que él, pero allí comprendí que no había prejuicios ni reproches, solo sexo y disfrute mientras durara la fiesta. Cuando volvimos a la habitación Rita se desnudó completamente y me llamaba para que estuviera junto a ella, yo quizás no había tenido la suerte de elegir una joven, pero igual me conformaba con Rita que a pesar de su incipiente celulitis mantenía un cuerpo impresionante y con solo rosarme lograba una erección espectacular con la que le gustaba jugar. Cuando nos levantamos fuimos a la pileta, pero ya en ese marco no necesitaba traje de baño pues todos estaban desnudos jugando en el agua o acariciándose sobre una colchoneta. En un principio sentí un poco de pudor pero viendo que los demás no se molestaban por su desnudes yo también comencé a perder la vergüenza. Los más jóvenes inventaban ...