-
Solo éramos dos
Fecha: 13/07/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Lauer, Fuente: CuentoRelatos
... tenía. -¿Qué es esto? –Dijo Alex- ¿Una competición para ver quién baila y obtiene el aplauso más grande? Me reí por la simplicidad y contundencia de la pregunta. Erika recompuso los tirantes de su vestido, ajustándolos de nuevo sobre sus hombros. Pero no así la cremallera que permaneció abierta esos pocos centímetros que Frank acababa de bajar. Me pareció una idea muy sexy y sobre todo atrevida. -Es tu turno, amigo. –Miguel señalando a Ciro justo cuando la siguiente canción inundaba el aire. -¡Hey! –Dijo Erika señalándome con su brazo totalmente extendido- Aún no he bailando con él. –al tiempo que se agarraba del brazo a Ciro y se situaban en el centro de la habitación. Todos se rieron y la nueva pareja empezó a bailar. Era una canción lenta. Ella colocó sus manos sobre los de Ciro y el abrazaba literalmente su cintura. Aunque lentos y suaves, los movimientos hicieron que la cremallera descendiese un poco más. El cierre de su sostén negro podía verse ahora claramente. Advertí que su vestido estaba lo suficientemente libre como para poder ver, con bastante nitidez, el sujetador que aprisionaba sus pechos. Ciro relamía con sus manos la cintura de Erika. Subían y bajaban por sus costados, en círculos cada vez más amplios. Cada vez más largos. En una de esas incursiones una mano se alojó dentro del vestido, acariciando la piel de su espalda directamente. Al poco, la otra se adueñó de la cremallera y la deslizó por completo. En ese instante la canción terminó ...
... y todos vitorearon la destreza de Ciro. -Parece que Ciro va en cabeza. –soltó Miguel en referencia con una imaginaria competición. Erika se acercó a la barra a por su bebida, sosteniendo la parte delantera de su vestido. Evitaba que se abriera del todo. Le acerqué su bebida y dándome la espalda, me pidió que subiese la cremallera. Solo se la subí lo suficiente como para mantener el vestido en su sitio. Me miró de reojo. -Oh, muchas gracias cariño! –al tiempo que retiraba uno de los tirantes del hombro. Reparó su sed y al girarse para depositar la copa, la besé con decisión. Sonrió y se apartó de mí acomodándose con ambas manos su cabello. Alguien había puesto otro CD y la música emergió de nuevo. -Segunda ronda! –casi gritando dijo Miguel gesticulándole a Erika para que se le acercara. Lo primero que hizo Miguel fue retirar de su hombro el otro tirante. Ahora a su vestido tan solo lo sostenía esa cremallera que yo no había subido en su totalidad. Reían y se burlaban el uno del otro mientras bailaban. Se giró dándole la espalda contorneándose con sensualidad. Nos miramos y me lanzó un beso alzando los brazos buscando sus cabellos. Era inevitable. Su vestido descendió mostrando por completo el sujetador. Nerviosa no atinó a acomodárselo. Miguel tampoco la dejó. La cogió firmemente con sus brazos evitando que el vestido acabara en el suelo y siguió bailando como si no hubiera pasado nada. Solo es un bonito sujetador, pensé. La bebida hacía su efecto y ...