1. Solo éramos dos


    Fecha: 13/07/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Lauer, Fuente: CuentoRelatos

    ... con la punta de su lengua. Al inclinarse sus pechos colgaron generosos y sus piernas se separaron un poco más. Dos dedos se hundieron en su interior. Eran de Miguel.
    
    Giró ligeramente la cabeza hacia un lado y me miró un instante. Un segundo después se la cogió a Frank con ambas manos y se la enterró en la boca. Empezó a succionarla con brío. Ciro desnudo totalmente, acariciaba sus nalgas dándole alguna suave palmada de vez en cuando. Miguel seguía con sus dedos enredando en su interior y con la otra mano acariciándole el clítoris. Por su parte Alex en cuclillas, masajeaba, chupaba y mordisqueaba sus pechos. Las piernas de Erika temblaron y las rodillas casi le fallaron en el que fue su primer orgasmo de la noche.
    
    Ciro apartó a Miguel y colocándose en su lugar la penetró suavemente. Fue una incursión sencilla dado lo mojada que ya estaba. Apercibiéndose de ello, inició unas penetraciones más desatadas. Erika necesitó agarrase a las patas del taburete para poder mantener el equilibrio. Con ello Frank salía ganando. Su polla se perdía en lo más profundo de la boca. No se había repuesto de su primer orgasmo y ya estaba jadeando de nuevo no sin dificultad. Ciro, que no había cesado ni un instante en su endiablado ritmo, clavó sus manos sobre su cintura. Sus últimas arremetidas fueron tan profundas como alcanzó. Se corrió finalmente desplomándose sobre su espalda y acompañándola en su segundo orgasmo.
    
    La polla de Frank recibía todas las sensaciones que el cuerpo de ...
    ... mujer sufría. La tenía totalmente empapada de las babas de Erika, muy dura y sensible. Esa boca se la tragaba con pasión. Le estaban haciendo una gran mamada. Alex tomo el relevo de Ciro. Abrió las nalgas con sus dos manos y la atravesó de una sola embestida. Era la más larga y gruesa de todas. Notó cómo se abría paso en su interior hasta chocar contra su culo, se estremeció. Alex esperó unos instantes y lanzó su asalto. El ritmo de Alex era más pausado e intermitente.
    
    Frank ya estaba muy cerca de culminar y preguntó si quería que se la sacase de la boca. No le dio tiempo a responder. Ya no podía parar. Sujetándola con ambas manos de su pelo, bombeó con furia. Ella la engullía como podía. Logró empuñarla para comprimirla y retener su venida. Alex aumentó su ritmo alentado por todo cuanto observaba. Y empezó a tragar todo lo que contenía su boca. Las esencias de Frank. Su propia saliva. Y finalmente la abundante corrida que no fue capaz retener en su totalidad. Alex comenzó a palpitar furiosamente arqueando su espalda. En un momento los tres estaban jadeando forzados por el placer.
    
    Su tercera vez esa noche.
    
    Alex seguía erguido tras ella. Por la comisura de sus labios escapaban pequeños jugos de Frank. Dos pequeños regueros resbalaban hacia su barbilla, descolgándose definitivamente hacia el suelo. Era una imagen poderosa de sexo y desenfreno. Esos cuerpos casi inertes, brillantes de sudor, resoplando, intentado recuperar la normalidad. La música había desaparecido por ...
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