1. LA CASA DE MI TIA


    Fecha: 26/03/2018, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... saciarme como toda una mujer. Algo que nunca antes había hecho. Había tenido mis placeres solitarios si, de muy diversa índole, me había penetrado algunas veces con algún dildo improvisado, pero jamás había compartido esto con nadie. Esta vez una idea comenzó a taladrarme por dentro. Y si… Sin saber bien lo que hacía me dirijí a la puerta, y mientras la estaba abriendo un pensamiento me aterrorizó ¿y si me ve algún vecino? ¿algún conocido? Me quedé paralizada por un instante. No obstante la puerta estaba ya entreabierta. La duda me invadió, por un momento quise cerrarla pero el grado de excitación era muy fuerte así que solo la deje asi, entreabierta. Podía distinguir el parque de enfrente, a esa hora estaba vacío, era mediodía y todos estarían en casa. Un poco mas confiada abrí un poco mas la puerta dando un pie afuera. En esos momentos la excitación llegó a su punto máximo, sentí la brisa proveniente del parque, movía las caderas en un ritmo lento y sensual. La adredalina del momento se mezclaba con la excitación. A mi mente llegaban imágenes siendo penetrada, me veia rodeada de tres, cuatro penes los cuales tocaba y besaba en una danza frenética. De pronto algo me sacó de mi sueño. Alguien había tropezado conmigo, cuando reaccioné había un joven confundido y con papeles en la mano y una mochila; me miró sorprendido, no supe que hacer; me había quedado helada. Ya pasada la primera impresión el joven me saludó; no supe contestar su saludo y en un intento desesperado intenté ...
    ... entrar nuevamente y cerrar la puerta, pero no pude, el joven me lo impidió. Fue un gesto firme, sin llegar a ser violento, detuvo la puerta con su hombro a vez que acercó su rostro al mío. Yo me quedé mirándolo aterrada, no sabía que hacer. Pero fue él el que rompió el silencio: -no te asustes, me dijo, si no te molesta quisiera hablar contigo un momento ¿puedo pasar?. Estaba atrapada, era demasiado tarde para reaccionar, le permití el paso rápidamente ante el riesgo que algún curioso nos vea. Una vez dentro cerré y le pregunté qué quería, me miró de pies a cabeza un poco desvergonzadamente y me dijo: te ves linda… Iba a invitarlo que se retire cuando se acercó rápidamente cogiéndome de los hombros y dándome un prolongado y jugoso beso. Quedé aturdida. No estaba segura si era porque me había gustado o por la sorpresa o ambas cosas. Nunca me había besado con otro hombre no obstante para mi sorpresa “me había gustado”. El me miró nuevamente y me sonrió. Yo solo lo quedé mirando, no salía del aturdimiento. Esta vez se me acercó más lentamente y me abrazó besándome nuevamente. En ese momento ya no pude contenerme, era como si el efecto del vodka volviera pero lo cierto es que respondí el beso, y el abrazo… Este fue un abrazo fuerte, apasionado, como dos amantes que no se ven desde hace mucho. Y entre ese abrazo apretado comencé a sentir “eso”, su “bulto” que crecía y lo sentía cada vez más grande y duro. Me di cuenta que era él el que me lo “hacía” sentir. Una vez que se percató ...