Yogurin Superdotado
Fecha: 13/07/2017,
Categorías:
Erotismo y amor
Autor: anacristina, Fuente: RelatosEróticos
... piernas de él, mi vientre sobre su vientre, mi pecho sobre su pecho, mis manos las entrelacé sobre las manos amarradas de mi amado, mi lengua buscó su lengua y mi mirada se unió con la de él. Bajo esta unión total le susurré al oído: – Eres mío, no te muevas. – Y comencé a bambolear mi cuerpo atravesado por su arma mortal, cada roce de mi clítoris con su vientre, me producía un placer indescriptible, él con sus piernas amarradas a las mías como una tenaza, sus manos, mis manos, su lengua, mi lengua, su falo y mi vagina unidos, me transportaron al paraíso.
En un momento estuve a punto de tener un orgasmo, pero no quería, quería estar así atravesada durante lo que me restaba de vida, varias veces tuve que decirle a mi amado con voz autoritaria: – NO TE MUEVAS, QUÉDATE ASÍ – COÑO, DEBO ESTAR MUERTO PARA SENTIR LO QUE TU CUERPO ME HACE SENTIR Y NO MOVERME. Yo debía serenarlo no podía permitir que después de tanto esfuerzo no lo pudiera disfrutar al máximo. – TRANQUILO AMOR, DEJAME DISFRUTARTE COMO NADIE LO HA HECHO, Solté mis manos de las de él y apoyándome en una con la otra me agarré un seno y se la puse en su boca, de inmediato sus labios lo agarraron y comenzó a chupar, a besar y a lamer, esto lo tranquilizo y calmó y me permitió continuar disfrutándolo con un ritmo suave, pero lujurioso, de mi vientre sobre su vientre, mis músculos de la vagina estrechaban al coloso, lo apretaban y los cabezazos que daba sobre las paredes de mi vagina eran rápidamente reprimidos por ...
... los músculos de la vagina, no sé cuánto tiempo pasó 20-30 minutos, no lo sé. De repente no me pude controlar más, recuperé mi seno, le dije a mi macho que liberara mis piernas y sin dejar de tenerlo íntegro dentro de mí coloqué mis pernas flexionadas a cada lado de sus muslos con esta libertad de movimiento apoyé mis manos sobre los hombros de mi chico y con una destreza que no sé dónde la adquirí, comencé a moverme de arriba abajo clavándome una y otra vez el coloso, cuando me elevaba dejando sólo la cabeza del coloso dentro de mí, podía ver a plenitud el cuerpo del coloso surcado de venas moradas. La base del coloso, así como los labios de mi vagina, se veían llenos de liquido lubricante de color blanquecino. Como una posesa una y otra vez me clavaba la espada redentora de mi amado, mis gritos y sollozos debieron haberse oído en todo el Hotel.
El padre de mi hijo no decía nada pero se mordía los labios y tenía la mirada perdida, de repente él se soltó del mecate, me atrajo hacia su cuerpo y yo nuevamente estiré mis piernas que de inmediato fueron atenazadas por las de él y de nuevo unidos piernas, manos y lengua y yo bamboleándome de arriba abajo, logramos simultáneamente un orgasmo indescriptible, quedamos extenuados, sudados pero plenamente satisfechos. ÉL dijo que si uno pudiera clasificar los orgasmos este sería lo máximo. Yo como una colegiala le dije: – Podemos hacer como con los Tornados, pongámosle una numeración de acuerdo a su intensidad, para mí éste es de ...