1. Viaje al infierno (2)


    Fecha: 27/03/2018, Categorías: Primera Vez Autor: Barquidas, Fuente: CuentoRelatos

    ... día pasará y todo esto quedará en un bello recuerdo. El recuerdo de una noche que pudo ser única”…
    
    Así, los días del entrante año de 1945 fueron pasando lentamente, como arrastrándose uno tras otro. Y con los días se sucedieron las semanas, y tras las semanas los meses. Así, hasta llegar las primeras horas de la madrugada del 9 de Mayo de 1945, cuando todas las emisoras de radio de la URSS y de todo el mundo lanzaron a las ondas la gran noticia: “Alemania ha caído; se ha rendido sin condiciones a los aliados. ¡La Guerra ha terminado!
    
    A los barracones de los prisioneros del campo, la noticia no llegó, en general, hasta ya la mañana de ese día, cuando en la formación de la mañana, la teniente coronel comandante jefe del campo, Galina Piotrovna Korsakova, la comunicó oficialmente “Urbe et Orbe”. Las reacciones entre los prisioneros alemanes se podían reducir a dos aspectos básicos: La tristeza de la derrota y una cierta esperanza en regresar, por fin, a casa. A la Patria, añorada, aún y dentro de su tremenda desolación, al hogar, a la familia que allí quedó un día nefando, aunque entonces lo consideraran glorioso
    
    Con esa esperanza transcurrieron los días de aquel mes de Mayo, y también los de Junio, los de Julio… Hasta que una mañana de Noviembre, al levantarse, la comandante jefe del campo se encontró con una disposición del mando del GULAG llegada por teletipo aquella madrugada: Los “criminales” alemanes quedaban bajo custodia de la NKVD para ser transferidos a campos ...
    ... siberianos, donde muchos, muchísimos de ellos, llevaban años. Sin ir más lejos, la práctica totalidad de los capturados en Stalingrado, pues el mayor von Labnitz fue una de las escasísimas excepciones a tal destino. En definitiva, que los prisioneros alemanes pasaban a ser simples “criminales”, delincuentes comunes, juzgados y condenados todos ellos a penas de hasta 25 años de trabajos forzados. Lo que no se especificaba era cuándo y cómo se celebraron unos juicios a los que ningún condenado había asistido, ni tenía idea de tal juicio y proceso. Misterios de la “democracia” popular…
    
    Con espanto, Galina Piotrovna vió que entre los que primero saldrían estaba el “criminal” fascista Günter von Labnitz. A las seis de la mañana de dos días más tarde, la NKVD se haría cargo de esta primera reata de “penados” para llevarlos a la estación ferroviaria de Magnitogorsk, donde les meterían en un tren hasta su destino, uno de los campos del complejo de Norilsk(3), al norte del krai de Krasnoiarsk (4), dentro del círculo polar ártico.
    
    Aquella mañana, la rutina diaria del recuento y parte de novedades, no la presidió la teniente coronel comandante del campo, al parecer, indispuesta, sino su mano derecha, la capitán Olga Semionovna Karpov, amiga íntima y ayudante de la comandante jefe. Para los prisioneros, mayor von Labnitz incluído, el día discurrió con toda normalidad. Trabajaron como de costumbre y, como de costumbre, a la hora de cada día, regresaron al campo para recibir la cena ...
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