1. La lasciva vida de una maestra de escuela (Parte 4)


    Fecha: 28/03/2018, Categorías: Confesiones Autor: Trovo Décimo, Fuente: CuentoRelatos

    ... fue introducir mi glande en su boca, pero dado su enorme tamaño apenas pudo meter una parte. La explosión fue como destapar una manguera. Trató de tragar todo el semen que pudo, pero el río era tanto que le corría mi leche por su cara, pelo, tetas. Le cubrí con mi lefa su cuerpo desnudo.
    
    Era tal el grado de fiebre de mi madre que tomó mi mano y me arrastró hacia el centro de la cama. Me pedía a gritos que la hiciera suya, que le metiera el monstruo que tenía entre mis piernas en su vagina y que la despedazara porque ya no soportaba ni un segundo más de no tener mi verga… una polla caliente de verdad a su alcance. Ella se acostó y abrió las piernas al máximo para que la penetrara a placer. Yo, ante la visión de su hermosa vagina pretendí hincarme y chupársela, pero ella no me lo permitió, me dijo que no perdiera tiempo, que me requería dentro de su coño… Yo cogí mi recio cipote y apunté con cuidado a su vulva y le introduje de un solo golpe una parte de mi glande. Mi madre soltó un grito ensordecedor de gozo…
    
    -“Vamos cariño rájame entera”
    
    Yo, emocionado por sus gritos, hice mi cadera hacia atrás y de un certero golpe le metí unos más de la mitad dentro de su vulva. Nuevamente gritos desgarradores salieron de su boca. Yo me paré un poco dado que su túnel era tan estrecho para mi rabo me estaba empezando a doler. Dejé que se acostumbrara a su grosor y longitud, tras unos segundos la saqué hacia atrás. Esta vez, ya repuesto, cogí más impulso y la hundí otros centímetros ...
    ... más, aun así, no la tenía toda embutida en su estuche. Ella, enloquecida, gritaba y se revolcaba.
    
    Cruzó sus piernas sobre mi cintura y ella misma hacía movimientos coitales hundiéndose cada vez más y más mi tranca, hasta que ya no pude entrar dado que topé con una especie de pared. Pero yo en mi euforia viendo la gran cantidad de polla que ese coño era capaz de tragar, retomé el impulso con furia, notando como mi verga se deslizaba por un túnel estrecho e ingresaba en otra cavidad. Mi madre lloró, grito y bufó diciendo…
    
    -“Hijo me has partido en dos… ahora está en lo más íntimo de mi ser donde solo has estado tú, al nacer y ahora…”.
    
    Se retorcía como una serpiente y lloraba a lágrima viva, de dolor placentero… no dejaba de decirme que le metiera más verga… -¡Fóllame Hijo de puta, me vas a matar de gusto!”, pedía que la partiera toda, que ella era mía y que la matara a pollazos. Yo viendo el daño que le causaba cesé mis acometidas y esperé que ella se rehiciera. Cuando ya la vi más tranquila le pregunté si estaba bien y entre jadeos. -“Sigue sin miedo cariño, puedes metérmela hasta los huevos, mi coño puede con toda, aunque la sienta en el mismo estómago”.
    
    Empecé a moverme a un ritmo moderado en el mete y saca pero siempre metiendo a profundidad. Ella solo levantaba su culo, y mordía mi hombro mientras sus manos se agarraban a mi espalda como a una tabla de salvamente… Mi miembro es tan grueso que se veía cómo sus labios vaginales se abrían ante el intruso y cómo mi ...
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