Mi tía Carolina
Fecha: 30/03/2018,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Carlos, actualmente tengo 22 años y les relataré lo que ocurrió hace unos años con mi tía Carolina.
Ella es la hermana menor de mi madre, tiene 8 años menos que ella, porque hay un hermano entre ambas.
Recuerdo su casamiento, por lo que me cuentan pues en ese momento yo apenas tenía 6 años, que fue a sus 20 años y con su primer novio, aquel que se enamoró de ella ya en séptimo grado aunque durante la secundaria fueron a colegios distintos y ambos tuvieron varios amoríos.
Cuando cumplieron 7 años de casados, estando en la costa, un día él se fue a la playa, quedándose ella en la casa porque le dolía la panza; eso fue su salvación, porque se desató una tormenta y él, a pesar de estar en la carpa que tenían alquilada, murió a causa de un rayo que cayó en la playa.
Yo era, para ellos, como el hijo que no habían tenido, y dado que vivían a dos cuadras de donde vivíamos nosotros, mi padre, mi madre y yo, eran muchos los momentos que pasaba con ellos.
Cuando le pasó el fatídico hecho ella, se vino a vivir unos días a nuestra casa, que si bien tenía solo la habitación de mis padres y la mía, en esta última se pudo colocar una cama en la que ella dormía.
Estuvo en casa dos meses pues después se fue a vivir a España y durante 7 años solo tuvimos noticias de ella por Skipe.
Ella fue la causante de mi primera paja y de muchas de las siguientes, pues con 27 años, 1,70 metros de altura, culo grande y parado, una cintura pequeña, como pequeñas eran sus ...
... tetas, cabellera larga hasta su cintura, negra como la noche enmarcando su blanca cara, como blanca era toda su piel, de labios gruesos, ojos celestes, como un diáfano día, y pequeña nariz, era para mí, el ideal de mujer.
Mi tía se fue a España, un poco para probar suerte, y otro poco para olvidar lo que aquí había y le recordaba tanto a su difunto esposo.
Yo crecí pero nunca pude olvidarme de ella y de las pajas que me había hecho recordando su cuerpo.
Hace 3 años ella vino a pasar las fiestas en el país, y lógico se hospedó en mi casa. Al igual que esa vez, después de enviudar, compartimos mi cuarto. Ella ya tenía 32 años y yo 18, y si bien yo ya había tenido relaciones sexuales y más de una vez las recordaba cuando me pajeaba, ella seguía siendo la musa inspiradora de la mayoría de mis masturbaciones, sobre todo después de verla nuevamente.
Por un problema en la mecha de uno de los fuegos artificiales, resultó demasiado corta o rápida no sé, me queme ambas manos para las navidades, por lo que se me vendaron las manos y mi familia, tenía que ayudarme en todo, desde vestirme hasta comer pasando por mi higiene y actividades en el baño.
Como putee por no poder utilizar mis manos y poder lograr la satisfacción sexual a la que estaba acostumbrado.
Por esa época mis padres trabajaban juntos, tenemos una pequeña empresa metalúrgica, en la que mi padre es el presidente y mi madre la secretaria.
Mi tía no estaba casi nunca pues se la pasaba visitando a sus amigas y ...