Mi tía Carolina
Fecha: 30/03/2018,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
... que tiro tanta leche por mí”.
Y viendo mi verga parada agrego:
—Tenés una hermosa verga.
—¿Te gusta?
—Sí, es casi como la de tu tío. No solo en la cara sos parecido a él sino también en la pija.
—¿Y no te diste cuenta cuando salía del baño?
—La verdad que no
—¿No la viste?
—Sí, la vi; pero como me tomó por sorpresa no la vi con detenimiento.
—¿Y cuándo me tapaste? Vos te la tapaste, ¿Te acordás?
— Sí, me acuerdo y me dijiste que no era necesario porque no te ibas a asustar.
Me la agarró y me preguntó:
—¿Te parece que me asusta?
—Viendo como me la agarras me doy cuenta que no.
—Y estas en lo correcto, y no solo no me asusta sino que me gusta.
—¿Te gusta tocármela?
—Sí, porque sé que esta poronga tiró mucha leche por mí.
— Es que siempre me calentaste mucho.
—¿En serio? —Me preguntó mientras me la comienza a franelear.
—Sí, muy en serio.
—Muéstrame cuanta lechita te sale —Me dice aumentando la velocidad con la que me masturbaba.
—Me gustaría que me saques leche de otra forma —Me animé a decirle al ver como venía la mano.
—¿De qué otra forma? —Me preguntó
—De la que más te guste.
—¿Cuál es la que más te imaginaste?
—Te imagine de todas formas y con todas acabé.
Entonces agachándose sobre mi pecho, sin soltar mi pija a la que sujetaba por debajo del glande y acariciaba suavemente, comenzó a besar mi pecho, mordisqueando suavemente mis pezones.
Viendo como estos reaccionaban me dijo:
—A mí también ...
... me gusta que me los mordisqueen
—Eso haré cuando me dejes.
—Ya te dejaré, pero ahora déjame disfrutarte un poco más.
Y bajó por mi vientre haciéndome retorcer de placer, sobre todo cuando su lengua llegó a mi verga y recorrió su único ojo, sacando con ello el flujo pre seminal que ya salía.
Mirándome fijamente a los ojos me dijo “¡Que rico! Y antes que le pueda contestar bajo nuevamente su cabeza, para rodear con sus labios toda la cabeza de mi pija y comenzar a introducirla en su boca.
Fue un espectáculo ver como mi pija iba entrando en su boca. Me imaginé que se la metería hasta los huevos pero no fue así, se la introdujo unos pocos centímetros y luego la sacó.
Levantó su cara y, viendo mi cara de satisfacción, sonrió y bajándola nuevamente se la volvió a introducir.
Esta vez la introdujo un poco más y comenzó a masturbarme con su boca. Cada vez que su boca bajaba se introducía un poco más de mi verga, hasta que sus labios llegaron a tocar mis testículos.
Cuando esto ocurrió la saco toda y comenzó a recorrerla con su lengua para luego, al llegar a mis testículos y besarlos, seguir su camino hasta mi ano. En ese momento levanté ligeramente mi culo del colchón y ella recorrió todo mi ano con su lengua.
Yo no podía más, estaba a punto de acabar, y se lo dije, entonces ella, parándose, me dijo: “No acabes ni en pedo, que ahora yo también estoy caliente”, y antes que pudiese decir algo comenzó a quitarse el exiguo biquini que tenía.
No bien lo hizo ...