Las hermanas
Fecha: 30/03/2018,
Categorías:
No Consentido
Autor: GargantuadeSamo, Fuente: CuentoRelatos
... cuando lo hacen. Será un problema cultural supongo.
Sigo moviéndome cada vez más rápido hasta que, de repente, le vuelven las arcadas y tenemos que detenernos para que vomite de nuevo. La escena es pantagruélica, manchados de vómito, semen y heces. Nos miramos y nos entra la risa tonta, pero el deseo ha terminado.
Nos duchamos por separado y no volvimos a hablar del tema. Me quedé con sus bragas de recuerdo. Debo ser fetichista o algo peor.
5.-
No se cómo llegué a pensar que las hermanas de María eran mis hermanas. Como si la atracción procediera de lo tabú. En cualquier caso, hubo un momento en aquella época en la que me determiné a follarme a las cuatro. La vida es mucho más interesante cuando la mente dispone de un objetivo.
Mi primera acción fue un acto mágico. Preparé un batido de frutas para toda la familia, hielos, un plátano, fresas, frutas del bosque y un gran lefazo. Bien picado en una de esas máquinas de cocina.
Les gustó a todas. Una vez establecido el acto mágico. Teniendo sus nombres verdaderos y habiendo probado tu esencia sólo era cuestión de tiempo que cayeran.
Por otro lado había estado meditando sobre cómo vengarme de mi novia y lo primero que hice fue regalarle, el primer fin de semana que nos quedamos, sólo unos bombones borrachos a los que había metido (sin mucha sofisticación, la verdad) somníferos machacados. Cuando se durmió, empecé la sesión fotográfica. Primero vestida. Luego fui quitándole las prendas una a una y tomando ...
... fotos de la secuencia hasta que quedó completamente desnuda. Tendría que ser fotógrafo del National Geographic. Le hice fotos desde el pelo incipiente del sobaco hasta de cada uno de sus labios. Luego le hice fotos con figuras de pitufos que tenía su hermana pequeña. Papá pitufo dentro de su vagina. Seguí con fotos acompañadas de mi miembro erecto en todas las posturas que se me ocurrieron. Y acabé masturbándome sobre su cara y todo su cuerpo. Seguí como pude, con cada uno de los dedos, dedo meñique en la boca, dedo meñique en el culo, dedo meñique en el chocho. Siguiendo distintos órdenes pero con todos los dedos. Seguí con los dedos de los pies. Luego la sodomicé. Llené mi cámara digital hasta la última miga de memoria. Trescientas fotos le hice y luego me acosté desnudo a su lado cansado tras un trabajo bien hecho.
6.-
En la habitación de las pequeñas daba clase a ambas. Tenían dos mesas de estudio, una frente a otra, y muchos días mientras explicaba a una, la otra estudiaba espalda contra espalda. Como no había mucho espacio en las mesas, me ofrecían la posibilidad de un gran número de contactos, en cuanto escribía algo con el antebrazo rozaba el suyo o el comienzo del pecho. Igualmente abría lo más posible las piernas para que chocaran las rodillas mientras empujaba los pies hacia atrás, de tal manera que pudiera chocar también con la otra hermana a la vez. Sentía un intenso placer cuando conseguía ambos contactos y cada una de ellas mantenía el suyo.
Pronto me di ...