La guapa novia de mi tío
Fecha: 30/03/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos
Karen es la mujer más guapa que conozco. Ella y mi tío Pablo son asiduos jugadores al Póquer y se conocieron una noche en que se jugaba una partida en la casa de un amigo que tenían en común. Mi tío Pablo me contó después que aquella noche, terminó apostando sus prendas contra las de ella hasta que terminaron desnudos cogiendo encerrados en el baño.
Los ojos grises de Karen y su cabello rubio, además de su impronunciable apellido, hacen notar su ascendencia rusa. Yo la conocí un sábado que Pablo la invitó a una comida familiar en casa de mis papás; esa tarde, todos los presentes parecíamos hipnotizados por el encanto de esa rubia poseedora de un cuerpo suculentamente proporcionado, de una risa estruendosa y de la cara más jodidamente perfecta que yo haya visto.
En algún momento de la comida, mi tío Pablo nos anunció que Karen se venía a vivir con él ese mismo fin de semana y luego de recibir las felicitaciones de todos, me propuso acompañarlos a la casa (ex casa) de Karen y ayudarla a empacar sus cosas. Voltee a ver a Karen que al otro lado de la mesa me dedicaba una sonrisa y luego de guiñarme un ojo, me dijo que confiaba en que solo una chica podría tener cuidado con sus objetos más preciados, y que además tenía ganas de conocer aún más a la sobrina consentida de Pablo "me ha platicado mucho de ti, Candy".
Y vaya que mi tío le había hablado de mí. En el recorrido en el auto, viajando en el asiento trasero, atestigüé atónita que Karen conocía los detalles más ...
... recónditos de mi vida. Y tuve la sospecha de que mi tío Pablo se había ido de la lengua con su novia y le había contado lo que habíamos hecho él y yo hacía unos meses en el sofá de su casa, cierta tarde en que el semen de mi tío había terminado en mi boca.
Karen ocupaba un reducido departamento en una colonia cerca del centro de la ciudad. El orden casi monástico que Karen conservaba en la sala contrastaba de forma estridente con el revoltijo de ropa y objetos que hacían de su recámara un campo minado. Ahora que la conozco mejor, supongo que su espacio replicaba a la propia Karen, ordenada y pulcra a la vista de todos, pero con una mente siempre en ebullición, con el equilibrio de un malabarista en un monociclo, veloz y emocionante como el peligro.
-Bueno, guapo. Aquí es donde tú sales de la escena. Candy se queda en buenas manos- Le dijo Karen a mi tío Pablo frotando sus tetas contra el torso de mi tío, como una gata.
-Bien, chicas, entonces nos vemos mañana a medio día. Te llamo antes de venir con la mudanza- le respondió mi tío y se despidió de Karen con un beso cachondo en la boca.
Despedimos juntas a mi tío Pablo por una ventana que da a la calle y cuando se perdió de vista su auto al doblar la esquina, Karen me pasó un brazo por el hombro y me acercó a ella -Vas a contármelo todo, niña. Porque Pablo me lo cuenta con la emoción con la que daría las condiciones del clima para hoy-. Y sonriendo, me indicó que me sentara junto a ella en el único sillón de su ...