1. Mas de 30 años pasaron


    Fecha: 02/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... El extenso y arduo trabajo en el sol. Su otrora rizado cabello estaba completamente blanco. Nunca fue hombre de mucho vello. Su desaliñada barba y su falta de dientes lo hacía verse descuidado, pero aún fuerte y erguido. Sus músculos estaban firmes y se notaba que aún tenía condición. Ana le ofreció algo para desayunar. Ramón aceptó gustoso. -Cuéntame Ramón-, dijo Ana, -cuéntame de tu familia-, - ¿Cómo está Lupita, los hijos…7 son verdad? – -Todos bien-, empezó Ramón, - Lupita gordísima, ya estamos solos, tu ahijada se casó hace como 5 años y nos quedamos solos-, continuó. - ¿Y mi Choro?- (así apodaban al hijo mayor de Ramón)-, preguntó Ana. -Ah ese pinche Choro-, contestó Ramón, -me salió más vago que la chingada-, prosiguió. -Ya debe de andar sobre los 40. Lleva dos o tres mujeres. Cuando nos visita, ya no quiero ni preguntar-, dijo Ramón mientras Ana le servía su desayuno. Ana se sentó enseguida de él, a su derecha. -Salió caliente como su padre, pues-, dijo Ana, mientras Ramón comía. Ana empezó a acariciar en antebrazo de Ramón con sus dedos…. -Nunca te dije-, empezó Ana, -pero me hubiera gustado que me culeara el Choro-. Ramón casi se ahogó con el café. Ella se rió. Esperaba esa reacción. -Me acuerdo cuando lo traías de ayudante-, continuó Ana, -tendría, qué, ¿unos 17 o 18 años? . Me acuerdo que veía sus pantalones y se notaba que había heredado tu pitote. Si tu tenías treinta y tantos y parecías de 20…ya me imagino el Choro, pudiera darme unas 20 veces al día-, agregó ...
    ... Ana mientras ambos se carcajeaban. -Es que de verdad Ramón, eras increíble-, prosiguió ella. -Nunca se me va a olvidar aquella vez que lo hicimos como cinco veces en un día-, dijo. - Seis-, corrigió Ramón, -fueron 6-. - ¡Que bárbaros éramos! - , recordó Ana. -Aquellos viajes largos de Eduardo, cuando te quedabas a dormir y le avisabas a Lupita que era porque tenías que velar la construcción…nunca lo olvidaré-, prosiguió. Entre pláticas sobre sus familias, lo que habían hecho de sus vidas y sus candentes recuerdos, Ramón terminó su desayuno. - ¿Te importa si fumo?-, preguntó Ramón. - Claro que no-, contesto ella. -Si Eduardo dice algo, le diré que viniste a ver unos trabajos pendientes, y si quisiera que veas algo en el cuarto de arriba que no usamos-, agregó. -Ahorita lo vemos-, dijo el, -ando necesitado de lana-, prosiguió. Pasaron a la sala. Transcurrió un grato momento lleno de recuerdos y anécdotas. Ana se sentó frente a Ramón, aunque moría por estar enseguida en el mismo sillón, aguardando el momento preciso para desenterrar la calentura que ambos, seguramente, llevaban dentro. Los años arrancaron de Ramón aquel arrojo que él tenía cuando la saludaba por las mañanas. No esperaba ni un minuto para lanzarse sobre ella y devorarla. Hoy se veía prudente y mesurado, más retraído, se notaba más la falta de energía. - ¿Qué te parece si vemos el trabajo que quiero hacer?- dijo Ana. Ramón se levantó sin dificultad y salieron al jardín. -Es allá arriba-, señaló ella. Una escalera ...
«1234...9»