1. Atendiendo a mi cuñado 2 de 2


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    Dos día más tarde recibí la llamada de Adolfo, seguíamos igual, con lo fácil que hubiera sido tomar un café juntos o haber desayunado antes de entrar a nuestro trabajo. -¿Quedamos para comer? Así de breve fue aunque con el tono suave. -Pues claro, iba a llamarte ya y evitar la bronca de tu hermana que me lo recuerda cada vez que llama. El tono de Adolfo parecía más suave y había perdido algo de su agresividad que utilizábamos normalmente para distanciarnos y no terminar haciendo lo que los dos deseábamos. La mañana se me hizo larga, no por estar con mí cuñado, me aburrían los números y los cálculos cuando algo se me resistía, estaba acostumbrado a que todo me saliera a la primera. Llegué al restaurante antes de la hora y antes de llegar a la barra me tropecé a Ángel, ya caminaba normal aunque ayer me dijo que seguía sintiendo un ligero escozor, y que había sido una polla muy grande para la primea vez, estaba claro que la comparaba con lo que hubiera podido meterse él solo, los dedos o cualquier hortaliza. -¿Pero te gustó? Me miró un poco cohibido. -Sabes que sí y que te has adueñado de mi culo, deseo sentirte otra vez dentro de mí. Combinaba perfectamente la timidez que le sentaba tan bien al darle ese aire sumiso, y su osadía para pedir lo que le gustaba y quería. -Cuando tú quieras, ahora mi mujer está fuera y es más fácil. Y ahí se quedo todo, en una promesa de continuidad, no olvidaba el culito del chaval, el trabajo que me había dado y que por segunda vez resultaría más ...
    ... delicioso con su anito estirado y reconociendo la verga que le había quitado el virgo. -Ponme un blanco en la terraza y tráeme un periódico, tengo que esperar a mi cuñado, el del otro día, ese que tanto te gusta. Se le iluminó la cara con una ancha sonrisa. Le había caído bien Adolfo, ¿y a quién no? Me trajo el vino y la prensa y después de mojar los labios, viendo moverse su dimito culito perdiendo los pantalones negros que llevaba mientras volvía a su trabajo, buceé entre las páginas las noticias que me interesaban, no lograba concentrarme en la lectura, otras ideas bullían en mi cerebro. Y se me ocurrió una locura, lograr que se emparejaran, Ángel, aunque no era de su nivel, resultaba un chaval estupendo y no le haría una putada como sus otros amantes que tuvo y se sentía atraído hacia mi cuñado o algo mas, de paso y aprovechando la situación, lograr un trío para follarme a los dos. Por probar no pasaba nada. En lugar de leer la prensa daba vueltas a mi cabeza como podría ir preparando el terreno. Adolfo, aunque con el corazón aún herido por su fracasado noviazgo, era muy sensible, demasiado, y también fuerte, hasta ahora no había cedido a mis deseos por respeto a su hermana. Vi a Adolfo avanzar por la acera, me había visto y venía directo a la mesa donde estaba. Resultaba un espectáculo verle caminar, un divino ejemplar de los que la naturaleza da muy pocos, era sencillo observar los ojos que le seguían en su caminar, de mujeres y de hombres que hubieran entregado uno de ...
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