1. Atendiendo a mi cuñado 2 de 2


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... replicó y se avino a lo que le pedía. Varias calles más adentro encontramos el local donde pasar un rato, aún era pronto, no había muchos clientes y era un ambiente agradable con música suave y una pequeña pista de baile, un local para soñadores, enamorados de todas las edades y géneros, ya había estado varias veces con Adela y le encantaba el ambiente respetuoso, donde cada cual practicaba lo que quisiera envueltos en las suaves luces y sombras del lugar. Ángel continuo con su bebida como si fuera una droga para él y Adolfo y yo volvimos a la tónica con gin, notaba ya los efectos de lo que habíamos bebido. El baile era por parejas y busque entre el poco público algo que me fuera para dejarlos solos. Una chiquita joven estaba sentada sola y con cara de tristeza, no me atrajo pero quería alejarme un poco de ellos. Fui donde ella y al rato bailábamos agarrados, yo a su fino talle y ella colgada de mi cuello. Me hablaba y no le prestaba atención a lo que decía, solo sentía el olor de su perfume y su cuerpo, y en el fondo su olor a hembra, tenía una extraña sensibilidad para los olores y otras percepciones relativas a lo sexual. La chica necesitaba un macho que la cubriera y la verga me comenzó a palpitar. Ella lo notaba y se apretaba fundiendo el cuerpo con el mío. En ese día no podía dejarme llevar y además para darla lo que necesitaba teníamos que salir de allí, no me apetecía follar tan delicioso cuerpo en un rincón oscuro del local y de mala manera. Ella quería y no ...
    ... dejaba de estrujarse para sentir mi bulto y cuando más me crecía, ella mas se apretaba. -Para niña o va a conseguir que manche los pantalones, puede ser otro día cualquiera si me das tu móvil. No debió de gustarle y me dejó plantado en la pista. Quedé como pasmarote, lo que no era normal que me sucediera. Miré donde debían estar Ángel y Adolfo, no se les veía y gire la vista, bailaban abrazados y cada segundo se besaban el uno al otro. Ya habíamos avanzado. Me senté para esperarles sin prisa a que volvieron, repetimos la bebida, pensé que era la última y veía a Adolfo mareado. -Vamos para casa chicos, tenemos que dormir un rato. Llamé a un taxi aunque no estábamos lejos. A esa hora no había portero y llegamos a casa. El frio de la noche había conseguido despejar a mi cuñado que no dejaba de abrazar el delgado cuerpo de Ángel. -Quieres ir a la cama Adolfo…, a dormir. Ángel parecía mayor que él y más responsable. -Quiero que no te vayas y me dejes amor. -No lo voy a hacer si tú no quieres. Escuchaba y no podía creer quelas cosas hubieran avanzado tanto, el camarero había conseguido más de Adolfo que yo en casi seis años. -Ayúdame Juan, vamos a llevarle a la cama. Le mostré cual era su habitación, decisión de Adela, que su hermano tendría su habitación en nuestra cas aunque no la utilizara. -Voy a prepara un poco de café mientras tú le acuestas. Me fui a la cocina dejando a Ángel que lo desnudara para meterlo bajo las sábanas, le había dejado beber demasiado para mis planes aunque ...
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