1. Mi taxista es Juan


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    Aquella noche, tras acompañar a Conrado a su casa en el taxi, di orden al taxista de llevarme a la mía en otra carrera. Cuando pagué, el taxista, un hombre mayor que yo pero joven, me dijo:
    
    —”Es guapo tu novio”.
    
    —”¿Te ha gustado? Pues es todo mío”, le dije.
    
    —”Y tú, ¿no podrías ser un rato mío?”, me propuso.
    
    —”Estoy caliente, ¿eh?”, le dije.
    
    —”Siéntate aquí a mi lado”, me invitó a sentarme.
    
    Cuando me senté pude verlo bien. El taxista era muy guapo, no sé si me fiaba mucho, pero como era taxi oficial dejé de desconfiar. Me llevó a un lugar apartado, poco transitado, no lejos de mi casa. Eso me tranquilizó mucho más. La verdad es que era un taxista de verdad, no un taxi pirata y estaba cerca de mi casa. Estacionado el taxi y apagadas las luces, me dice:
    
    —”No es tu novio, sino un amigo, ¿cierto?”.
    
    —”En efecto, un buen amigo”, le dije.
    
    —”Pero tú eres gay”, dijo.
    
    —”¿Cómo lo sabes?”, pregunté.
    
    —”Por tu modo de mirar”, respondió.
    
    —”Y tú, ¿eres gay?”, le pregunté.
    
    —”Yo he dejado a mi novio por aburrimiento”, dijo por respuesta.
    
    —”¿Quién fue el aburrido él o tú?”, le pregunté.
    
    —”Algo como que entre los dos; cuando yo tenía ganas, él no y al revés”, se explicó escueto pero claro.
    
    —”Entonces no había amor”, le dije.
    
    —”Nunca nos quisimos, pero él quiso que viviéramos juntos y, desde que alquilamos un lugar para los dos, imposible se nos hizo la vida; entonces me fui a casa de mis padres hasta encontrar algo. Ahora estoy solo”, me contó ...
    ... todo esto sin pedírselo.
    
    —”Y, ¿qué podría hacer yo por ti?”, le pregunté.
    
    —”Esa es una buena pregunta; supongo que te gustaría tener un buen polvo”, contestó.
    
    —”¿Aquí?, ¿dentro del taxi?, muy incómodo para mí”, le dije.
    
    —”Es que ahora estoy con mis padres...”, dijo haciendo una mueca con su cara, arrugando la nariz.
    
    —”Tú me llevas en tu taxi y yo pago la habitación del hotel”, le dije.
    
    —”Te llevo a un hotel barato por horas”, me dijo.
    
    —”Eso es muy sucio; llévame a un hotel de 3 estrellas y para la noche entera; ya nos vamos cuando nos dé la gana”, le dije.
    
    El tío se conoce la ciudad como la palma de su mano, y me llevó a un hotel que se llama Starflow, tres estrellas, limpio, 48 euros. Pensé que iba a tener el polvo con él, no sé cómo y luego lo enviaba a la puta calle y yo seguía durmiendo. No pensaba estar durmiendo con él toda la noche. El taxista, estaba de acuerdo en irse al acabar nuestra faena. Por un polvo no vale la pena pagar, pero dormir y no pasar por mi casa me parecía buena idea. Al despertar, me iría directamente al Universidad. Hizo él la reserva por ser menos conocido y como era para esa noche solo no me pidieron DNI o supusieron de qué se trataba. Eso pienso ahora, entonces no pensaba más que en un buen polvo. Me hacía ilusión por una simple razón, había tocado pollas, me había masturbado, había masturbado a otros, pero nunca había tenido una follada en toda regla. Pensé que iba a aprender y lo iba a disfrutar y no andaba desencaminado. ...
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