1. Mi taxista es Juan


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... suerte porque se encontró un culo virgen que desfloró, mientras que yo me encontré un culo muy cerrado que tuve que destapar a fuerza de sobar y empujar. Entendí que su novio se aburriera de él y se cansara y que él se aburriera de un novio tan torpe y tan perezoso como para rendirse. “No me rendiré”, me dije a mí mismo. Y el esfuerzo produjo su premio. El taxista tenía la costumbre de tensar los nervios y se negaba a abrir el esfínter exterior. Le di unas cuantas palmadas fuertes a las nalgas para que se soltara y en un momento, cuando tenía el culo rojo de mis golpes, mi polla entró como amo por su casa. Tanto me había costado que no quise parar y comencé rabiosamente un mete y saca con mi polla endurecida y mi taxista suspiraba, echaba gritos de puta vieja y me vine. Fue verdaderamente placentero, llegué al orgasmo que deseaba y que jamás había tenido tan potente. Hice como mi taxista, le di la vuelta y comencé a mamar aquella polla que no tardó en darme el néctar de reyes, dulce, agradable. Esta vez mi taxista no lo pudo probar directamente y le hice partícipe de su correspondiente parte desde mi boca con un beso que recordará para siempre.
    
    Al acabar, intercambiamos números de móvil. Cuando yo requería un taxi, lo llamaba y procuraba venir él. Luego lo pasábamos de nuevo bien. Ocurrió esto hasta que encontró pareja de nuevo, de modo que ahora ya es una pareja estable con la que me une una gran amistad. Lo que su pareja sepa de nosotros dos se lo habrá dicho Juan, mi taxista particular. Todavía hoy ejerce su profesión y lo sigo llamando, aunque ya no follamos entre nosotros dos. Pero nuestra conversación durante el trayecto es de morbo muy subido, que exige masturbarse, por supuesto.
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