1. Mi taxista es Juan


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... gritó por la cantidad de agua que entró, la saqué y la mierda que salía olía a muerto espantado. Le hice la misma operación hasta que sacó todo. Buena ducha a continuación y secarse para irse a la cama.
    
    Le pedí que me follara primero, pero no tenía lubricante. Fui al baño cogí un poco de gel, me lo apliqué, me puse de rodillas al borde de la cama e incliné el torso, luego sabría que esa postura tan común se llama perrito. Le dije que masajeara mi ano hasta meter el dedo. Lo hizo a la perfección, como quien está entrenado. Creo que lo que yo sabía en teoría, él lo había practicado, pero yo soy metódico y una cosa va tras la otra. Le ensarté un preservativo recién abierto. Y le dije que tuviera cuidado metiéndome su polla. Tuvo cuidado pero entró gracias al masaje anal y al gel. Me dolió. Me dolió mucho a pesar de ser una polla pequeña. Me dolió y cerré los ojos, apreté los dientes, lloré y oprimí el grito por vergüenza o soberbia. Poco a poco la acción lenta de meter y sacar el pene, con la fricción de carne con carne y la humedad que aparecía me fui aliviando. Al poco rato nos movíamos los dos acompasadamente. Entonces comencé a sentir placer. Sentía que esa pollita tan pequeña como que me llenaba el culo, se había crecido, al menos la notaba como si fuera enorme. Y el placer comenzó a provocarme retortijones y me comencé a masturbar porque mi polla hacía rato que se había puesto dura y tenía ganas de un masaje manual. Se lo ofrecí y lo agradecía de modo placentero. El ...
    ... cipote me picaba como nunca, pero un picor placentero que me pedía que picara más. Notaba que la polla que tenía en mi interior comenzaba a tener unos movimientos raros como espasmódicos y acompasados. Y sentí que algo le pasaba a esa polla porque comenzó a vaciarse tras producirme un gran placer; parecía hacerse de nuevo pequeña y en esto la mía comenzó a soltar como un surtidor de leche por encima de toda la cama.
    
    El taxista me dio la vuelta me puso de espaldas sobre la cama y noté el líquido de mi eyaculación a lo largo de mi espalda. Mis ojos debían de estar resplandecientes, porque en cuanto me vio el taxista, se me echó encima y comenzó a besarme. Luego vi que tenía el condón colgando del pene y lleno de blanca leche. Se lo quité y comencé a probarlo. Me pareció muy dulce y me gustó, me lo fui bebiendo ante la sorpresa del taxista y me lo quitó para probarlo. Tomé a mi taxista de la mano y lo acosté a mi lado para besarlo y hablar algo mientras descansábamos.
    
    Me dijo que él también quería probar mi polla en su culo. Le dije que como me salía algo del culo, quería que viera qué es no fuese que el condón hubiera reventado. Toco con los dedos la entrada de mi ano para mostrármelo y solo eran jugos de mi propio cuerpo. Entonces le dije, pasamos por la ducha, tomamos un whisky cada uno de esa nevera pequeña y nos volvemos a calentar.
    
    Así lo hicimos. De este modo, ese día fue la primera vez que me penetraron el culo y la primera vez que penetré un culo. El taxista tuvo ...