La Bibliotecaria (Episodio 1)
Fecha: 14/04/2018,
Categorías:
Masturbación
Autor: Sindrome33, Fuente: SexoSinTabues
... pique a fondo. Yo ya tenía trabajo. Facebook. Twitter. Instagram (sí, comunicar que tienes trabajo por Instagram es lo último en el mundo de los ignorantes cibernéticos) y todas aquellas redes, páginas y foros donde durante tantos meses me había podido mover con el sigilo y la sutileza de una carpa japonesa en el calmo estanque. Una de las cenas más placenteras de mi vida, donde pude saborear hasta el gajo más insípido de mandarina y encontrar felicidad en ello. No me lo podía creer, me veía radiante y los demás recibían mi felicidad. Quería a todo el mundo, quería hasta el agua que en ese momento bebía de aquél vaso de cristal. Quería a la silla, el aire, la televisión. ¡Ay, querida televisión! En ese momento incluso aquella mierda de críticas del corazón televisada me sabía a gloria y la visionaba como si me fuera la vida en ello, ensimismada con lo genial que me parecía todo por el simple hecho de haber recibido aquella llamada. Volé hasta mi habitación a las tantas de la noche. La entrevista sería al día siguiente por la tarde, así que me daría tiempo de dormir plácidamente, prepararme a fondo las posibles respuestas a unas hipotéticas preguntas, arreglar mi físico al completo para gustar a cualquier posible mirada lasciva y partir en transporte público dirección la biblioteca pública. No era de mi barrio, porque mi barrio es una mierda y ni siquiera tiene una, pero era de dos barrios más allá, donde las casas sonreían a tu paso, los coches brillaban más y en general ...
... daba la sensación de que la gente mentía muy bien para ocultar su triste existencia. Cerré la puerta y observé de repente la brillante pantalla de mi ordenador, encendido no se ya cuántos días antes y siempre listo para mi conexión con aquél segundo mundo exterior. Siempre dispuesto a darme aquella dosis de ocio, entretenimiento y gatitos a partes iguales. Cambié el fondo de pantalla. Borré aquél triste paisaje gótico repleto de cuervos y nubarrones y de repente me descubrí a mi misma poniendo un alegre diseño a base de tenedores sonrientes y simpáticos cupcakes danzantes. Me gustaban los cupcakes y aquellos me parecían extrañamente entrañables. Era feliz, ¡no me miréis así! Consulté mis redes, consulté mis webs, consulté lo consultable hasta que de repente caí en la cuenta que el reloj bordeaba de sobras la medianoche, por lo que decidí dar carpetazo virtual a todos aquellos recuadros repletos de fotos y mensajitos. Cerré las ventanas y de repente lancé un suspiro. Mis ojos descansaron en aquél momento, cerré la mirada, eché la cabeza hacia atrás y exclamé: “qué cojones, puedo, soy feliz”. Abrí una nueva ventana. Tecleé con sutileza la dirección que tantas veces me había encargado de teclear durante los últimos años. Entré en XHamster y un resplandeciente menú general repleto de carne, caras, pollas y vaginas se abrió ante mis asombrados ojos. Me recreaba en aquella extraña sensación, la de abandonar la tranquilidad de los tenedores y cupcakes bailarines y adentrarme en el ...