El jefe y la secretaria
Fecha: 16/04/2018,
Categorías:
Poesía Erótica,
Autor: Pequeñamorbosa, Fuente: CuentoRelatos
... de la cremallera.
Y con los dedos rozo el bulto que va apareciendo... ¿te suena?
Y ahí la dejo todo el trayecto y cuando vamos a bajarnos y la voy a quitar la coges y me la aprietas en la dureza.
Y de un tirón me comes la boca dejándome sin aliento.
—cuidado a lo que juegas....
Ya en la mesa, comiendo me tienes cachonda recordando lo mejor del encuentro con la zanahoria y noto que estoy mojando la silla.
Aprieto los muslos. Necesito ir al baño a secarme antes de que manche la silla.
Una vez dentro me agacho en el lavabo para refrescarme y al levantar la vista veo tu reflejo en el espejo.
Me doy la vuelta a protestar, pero me levantas y me sientas en el lavabo y cogiéndome la cara me devoras la boca a bocados y lengüetazos, yo me dejo suspirando y cojo tu mano y la acerco a mi coño en el justo momento que entra un empleado del bar y nos regaña y tenemos que salir casi que corriendo.
A pagar e irnos, riendo por la vergüenza que acabamos de pasar.
Estamos en el coche todavía riéndonos por lo ocurrido, pero ahora soy yo la que esta cachondísima, mucho, y solo me apetece una cosa.
Te miro y veo que estas tan tranquilo como si nada, pero me alegro ver que en medio de tus piernas se mantiene la erección, y decido seguir jugando.
Apoyo los pies en el salpicadero y abro las piernas al no llevar bragas no me resulta problema.
Me siento observada, giro la cabeza y te veo mordiéndote el labio, y tienes la mandíbula apretada. Me estoy tocando sin ...
... permiso lo sé y me da igual.
Bajo mis manos abriendo los labios y estoy tan mojada que no necesito lubricante para empezar a masturbarme.
Meto y saco los dedos con rapidez y gimo bajito porque me da pudor hacer lo que estoy haciendo delante de ti.
Voy acelerándome y me tengo que sujetar al sillón con la otra mano y retorciendo las caderas buscando algo más, cierro los ojos, me da vergüenza que me estés mirando y noto tus dedos en mis labios, los abro te los chupo y me lo pasas por el clítoris, estimulando mi orgasmo que está a punto de alcanzarme.
—no te contengas gime fuerte, correte.
Tus dedos entran en mi junto con mis dedos y los fluidos de correrme empiezan a caer por el asiento y mis gritos se escuchan hasta fuera del coche, suerte que no hay nadie.
Recupero el aire poco a poco y al abrir los ojos veo que me sigues mirando y con voz ronca me dices que te debo una.
Ya más relajada y muy cansada después del día de hoy me preguntas mis planes para hoy.
—no tengo planes quedarme en casa vagueando.
—¿puedo ir?
—para qué? Te vas a aburrir....
—bueno tengo algo de trabajo acumulado y en casa no me concentro bien.
—pues como quieras....
Hace un calor horrible al entrar en casa,
—me voy a poner cómoda, haz tu lo mismo si quieres estás en tu casa y ya sabes donde están las cosas.
Al regresar a la sala se me seca la boca al verte.... estas en mi sofá sentado encendiendo el portátil sin camiseta y sin pantalones solo en bóxer.... ¡estas ...