Números Primos II - Cony 2
Fecha: 17/04/2018,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... miedo, la vergüenza, las lágrimas. Te mientes, te dices que no fue nada, que ni siquiera lo sentiste, pero no es tu cuerpo el que más duele. Quiso, sinceramente, consolarla... en aquel agujero de mierda quería ser para ella un bálsamo, un oasis que le permitiera olvidar aquello.
Cony tampoco necesitó que le explicaran nada. Las miradas entre colegas le eran más elocuentes que las palabras. Aceptó simplemente el consuelo y lloró
- En serio, perdóname por lo de antes -dijo Cony enjugándose las lágrimas-... la pálida me tiene idiota, no sé lo que hago... ni siquiera sé cómo me siento
- Ya, tranquila... mi veneno no es ese pero entiendo como funciona. ¿Has logrado dormir algo?
- Nada... hace tres días que no duermo... me siento morir -dijo sollozando nuevamente-
- ¿Y el cuerpo?
- Lento... no me responde... estoy como ida... estoy cansada, hastiada...quiero...
- No sigas...
- Pero
- Shhh... todos tenemos algo... alguien.
- Yo... yo.
Lexie le dió un abrazo. Rodeó a Cony lo mejor que pudo con su cuerpo e intentó traspasarle su calor, su aliento, su cercanía. Ambas estaban vestidas con las prendas reglamentarias de la prisión a la hora de dormir, a saber: camiseta, sostén y braga holgada, tipo boxer, todo de algodón y de color blanco; difícilmente ropa para seducir... cosa que no tenía demasiada importancia en ese momento.
Comenzó por tocar las manos de Cony casi con reverencia. Envolvió la izquierda entre las dos suyas, la acarició y examinó con ...
... sus labios, usándolos como sus ojos en aquella oscuridad. Recorrió cada arruga, cada marca, cada accidente de esa mano. Paseó por las uñas, tan dañadas luego de los días en desintoxicación. Dibujó las venas del dorso de la mano, alzándose desafiantes aún de haber recibido el castigo de las agujas. Por algún motivo la fragancia de aquella mano le provocó un cosquilleo, era más que el simple jabón de la correccional... le dió un mordisquito a la parte gruesa antes del pulgar mientras iba en busca de la otra mano.
Un gritito coqueto de Cony le dijo que lo estaba haciendo bien.
- Tienes unas manos preciosas -le dijo Lexie besando efusivamente una de ellas-
- Estás loca -contestó Cony esbozando una sonrisa melancólica-... son feas... son manos de vieja... tienen arrugas... y cicatrices
- No son cicatrices Cony: son medallas de guerra -dijo Lexie mirándola, decidida a cambiar de juego-
Entrelazó los dedos de su mano derecha con la izquierda de Cony y, llevando la derecha de la misma a sus labios, exhaló el calor de sus pulmones en ella. Notó como Cony se movía discretamente mientras ella comenzó primero a mordisquear aquella mano y luego a besarla... eso la envalentonó a empezar a recorrerla con su lengua.
Otro cosquilleo le recorrió la nuca cuando notó en su lengua la sal de esa piel. Eso la hizo descargar otra andanada de lengüetazos entre los dedos de Cony, quien, por su parte, no daba crédito a las sensaciones que la joven Lexie le provocaba con sólo jugar con ...