Números Primos II - Cony 2
Fecha: 17/04/2018,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... el hecho es que se veía indefectiblemente vencida.
- Condenada mocosa... -interrumpió Cony- te haré pagar la humillación hasta que no te quede sangre en las venas...
- No... ¡no! -sollozó Lexie-
- ¿Nunca te dije cómo fue que me gané mi estadía en la cárcel, cierto?
- ... Para... para por favor
- ... Asfixia
- ¡NO! -gritó brevemente Lexie-
Cony no le permitió seguir. Introdujo su lengua en la boca de Lexie con tal fuerza que la joven casi pierde el aliento, mientras sujetaba sus manos por sobre su cabeza... Lexie había pisado el terreno de Cony y no estaba dispuesta a dejar que la muchacha se marchara de allí con aquella victoria.
Lexie sintió como esa lengua invadía su boca inexorablemente. Palpando, presionando, removiéndose. Su propia lengua retrocedió ante el impulso de la intrusa y comenzaron a forcejear. Su cerebro pareció fallarle; en ningún momento se le cruzó por la cabeza el morderla, solamente el expulsarla. No permitiría que se quedara con su boca, pero de pronto se dió cuenta que su respiración se entrecortaba... ¿Qué tan larga era la lengua de esa maldita?.
Forcejeó por cosa de dos minutos hasta que la sensación de hormigueo en la cabeza empezó a ganarle. Recién entonces contempló la posibilidad: Estaba ante las puertas de la muerte y las fuerzas le fallaban. Comenzaron a pasar por su cabeza imágenes inconexas acerca de diversos estadios en su vida. Le costó un poco darse cuenta, ya que no fue en orden cronológico, pero al final ...
... notó que era aquel mítico momento en que ves tu vida antes de morir... cerró los ojos y se abandonó al destino.
Cony sintió que las fuerzas de Lexie se apagaban de forma definitiva y se supo por fin victoriosa. Apretó fuertemente el clítoris de Lexie con su rodilla mientras se separaba de ella, sin soltar sus manos.
... Lexie volvió a la vida, y se corrió.
No, eso no cabía dentro de ese parámetro. Se corrió, se vino, terminó, acabó, coceó como una burra, mató al monstruo de dos espaldas, sufrió la pequeña muerte... todo ello combinado y sin posibilidad de redención para ella.
Aspiró aire como quien, literalmente, aspira la vida, mientras que Cony seguía presionando rítmicamente su clítoris. Los orgasmos se sucedían uno tras otro sin que ella pudiera identificar dónde terminaba uno y comenzaba el otro. Le embargaba la alegría, estaba viva... coño, ¡estaba viva!, ¡estaba cachonda!, ¡estaba satisfecha!... y no paraba de correrse.
Dejó las sábanas perdidas con su sudor y algo de orina que escapó de su control. Al día siguiente les esperaría un castigo por el descalabro, pero ahora eso no le importaba... ¿cómo podría importarle algo tan banal?. Las oleadas de placer aún continuaban azotándola con menor intensidad cuando su cerebro volvió a funcionar. Sintió... sintió... Dios, no sabía que sentía, todo estaba confuso en su cabeza, lo único que tenía claro es que había sido la experiencia más placentera de su vida; bien valía el precio que había tenido que pagar por ...