1. La primera Colegiala Transgénero - La leche de Stefi


    Fecha: 15/07/2017, Categorías: Transexuales Autor: Stregoika, Fuente: SexoSinTabues

    ... clase y recursos. Las copas tenían labraditos muy bein logrados de color fucsia, que resaltaban contra el gris brillante del fondo. Tuve un recuerdo instantáneo del video. Le estrujé la pechugas unos segunditos así, por encima del sostén. Ella gimió muy contenta. A esa altura del juego, normalmente estaría pensando en excavar como una sonda petrolífera enferma, pero ahora eso no tenía mucho sentido. Sin detenerme a pensar, le desapunté el brasiér. Ese par de tetas de estrella porno era celestial, con la piel lisa y areolas infladas. Dos balones para entretenerse sin límite. Me hinqué y se las chupé desesperado mientras ella gemía pasito. Yo estaba perdiendo el control de a cuotas, peor cuando ella se levantó la falda. Había llegado el momento. Me agaché y le vi los cucos, que hacían juego con el brasiér, y estaban a reventar. La sensación era extraña, porque yo estaba habituado al adictivo aroma de las vaginas sudorosas. Halé con un dedo el encaje de su panty y saltó afuera ese pene de cabezón violáceo medio asomado. Se veía hermoso todo eso: Una colegiala divina, femenina, subiéndose el faldón para mí, con el vergo saliéndosele de los panties. Eso no podía ser un hombre, en ninguna galaxia ni dimensión temporal ni espaciotemporal imaginable. Era una chica, pero una chica especial, con verga. Se la miré de frente por un momento. Tan de frente que no podía evaluar su longitud. Ella se la cogió con dos dedos y la subió un milímetro. - anímate – me dijo. Abrí mi boca y saqué un ...
    ... poco la lengua. Rodeé ese glande con mis labios y toque esa puntita brillante con mi lengua. Al fin me iba echar a la boca la verga de Stefi. Pero golpearon la ventana, muy fuerte. Stefi soltó el faldón y corrió detrás del mueble de los libros. Yo me asomé mientras ella se guardaba los tetones. Era Cindy, que me buscaba furiosa. Estaba abrazando los libros mientras me lanzaba una mirada asesina. Cindy era una de mis novias oficiales, pero lamentablemente una de las únicas que creía que era la única. No podía concentrarme en todo lo que estaba pasando, porque la boca me sabía a algo rico. La pobre Cindy, de seguro quería que ese último día, le rellenara su rica raja como de costumbre. Yo la adoraba, pero estaba embobado con Stefi. - Quién está ahí – preguntó encabronada. Stefi se asomó. Cindy se dió la vuelta, emputada y se largó. “Qué la pasen bien” resongó. Yo, temí que a Stefi se le hubieran bajado las ganas y me le fuí. - tú y yo seguimos en lo nuestro, mi vida! Me despaché a besarla con pasión, chupándole la comisura de la boca y lamiéndole la cara interna de los labios. Ella enloqueció. Como se había guardado sus cosas, volví a buscarlas: así por encima de la jardinera y todo, empecé a estrujarle el bulto. Todavía estaba durito. Se lo amasé, mientras seguía besándola, y a través de la jardinera la pajeé con lujuria. Sus gemidos me indicaron que ya estaba en otra galaxia. Con la otra mano le amasisé las nalgas y la atarreé de manera hambrienta. Ella se subió la falda. Ahí ...