1. Emilio (El rufián - 1ª parte)


    Fecha: 22/04/2018, Categorías: Incesto Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... mayor que él, se lo folla en cuanto tienen un momento.
    
    A Santiago también le gusta y, siempre que puede, también le hinca el diente.
    
    Cuando llegaron Dolores y su hermana, cargadas con pescado de la Lonja del puerto de Almería y un montón de matanza, entre otras cosas, a Emilio no le quedó mas remedio que ayudarlas con todo y echar una mano en la cocina.
    
    Eran las 13:05...
    
    - ¿Y Marcos?, dijo Dolores…
    
    - ¡No sé, tata!. Cuando ha llegado con Santiago me ha dicho que estaba cansado y que se iba a echar hasta que tu llegaras.
    
    - ¡Claro!... Y luego, ¡la siesta!…
    
    … ¿como va a dormir bien por la noche?. Así le tiene al médico, que ya no sabe lo que le va a mandar… ¡Ay, Dios mío!, ¡que hombre!
    
    Y llegó la hora de comer. Eran las 15:00...
    
    - ¡Oye, tata!, que me ha dicho Santiago que iban a pescar esta tarde; y yo quiero ir con ellos.
    
    - ¿Ahora, por la tarde?, ¡que raro!; y miró a Marcos
    
    - ¡Están chalaos!… conmigo que no cuenten ¡eh!. Dile a Santiago que yo voy a echarme la siesta, que luego me acerco a su casa...
    
    - ¡Vale, tato!…
    
    ... Voy a coger algunas cosas y me voy... ¿vale?
    
    Y miró a su tata...
    
    - ¡Claro, hijo!. No vas a estar siempre metío en casa.
    
    Alrededor de las 16:30. Pepe y su cuñado ya estaban esperándoles en el Club Naútico.
    
    Sin embargo, Santiago, que estaba en la playa, miraba el horizonte con la mirada perdida, pensando en lo que había ocurrido por la mañana en casa de Marcos. No sabía lo que sentía por ese chico, pero desde que ...
    ... llegó, ocupaba todo sus pensamientos.
    
    - ¡Hey, Santi! ¿que pasa?
    
    Santiago se giró y le miró de arriba abajo, como embobado.
    
    La verdad, es que esos pantaloncitos de running, blancos y esa camiseta, sin mangas, azul marino, completamente dada de sí, le favorecían mucho. Se quitó las chanclas para entrar en la arena y sonriendo…
    
    - Bueno ¿que?...¿estamos solos?
    
    - ¡No!, ¡que va!, es que Pepe y su cuñao, que ha venío a verle, nos esperan en el Club Naútico. Parece ser, que lo de pescar, va ser mañana; porque, luismi nos ha invitáo a darnos una vuelta en el yate. ¿Te apetece?...
    
    - ¿Tiene un yate?
    
    - Y. ¡de puta madre!, ¡quillo!
    
    - ¡Guau!, pues venga... ¡vámonos!. ¡Ya pescaremos mañana!
    
    Santiago le acarició el cuello, mientras lo miraba con una gran sonrisa y se enfiló en dirección al Club Naútico.
    
    - ¡Están ahí mismo!, ¿los ves?
    
    - Si, claro
    
    - Yo creo que son aquellos dos, ¿no?
    
    - Si. A Pepe le conozco y le veo muy bien… ¿el otro es su cuñado?
    
    - Si. Se llama Luis Miguel, aunque le llamamos luismi
    
    - Parece mucho más joven, ¿no?
    
    - La verdá es que si. Podría ser su hijo. ¡Anda ponte tu delante, que me gusta verte andar!, dijo Santiago…
    
    Y según se colocaba delante de él, le dio un pequeño azote en el culo.
    
    Emilio sonrió
    
    - Te gusta mirarme el culo ¡eh!
    
    - ¡No lo sabes tu bien!…
    
    Se acercaron a ellos y...
    
    - ¡Hombre, Emilin!, no sabes lo contento que estoy de poder presentarte a mi cuñado luismi. Es el nieto de Marcos, dijo mirando a ...
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