1. Emilio (El rufián - 1ª parte)


    Fecha: 22/04/2018, Categorías: Incesto Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... su cuñado…
    
    - ¡Ah!, hola...¡Encantado!
    
    - ¡Hola!
    
    Se miraron mutuamente y luismi entendió perfectamente porque la insistencia de los dos para ir a dar un paseo en el yate.
    
    - Supongo que Santiago te habrá dicho que vamos a a darnos una vuelta en el yate de luismi ¿no?…
    
    ... Mañana vamos a pescar ¿vale?
    
    - ¡Vale!, sin problema… me hace mucha ilusión subirme en un yate. Nunca he subido a uno; y me ha dicho Santi que está genial.
    
    - ¡De lo mejor!. Y muy bien cuidado. ¡Ya verás!. Lo tenemos en Aguadulce. Así que, tenemos que coger mi lancha para ir hasta allí, ¿vale?. Venga, ir subiendo que nos vamos ya.
    
    Santiago salto dentro de la pequeña embarcación y se sentó detrás, haciéndole un hueco a Emilio para que se sentara a su lado y luismi se colocó al lado de Pepe, que se encargó de conducirla. No tardaron mucho en salir del puerto.
    
    Las manos de Santiago se entretenían en la espalda de Emilio, acariciándosela, mientras daban pequeños botes sobre el agua en dirección al puerto deportivo de Aguadulce.
    
    Al llegar, tuvieron suerte y pudieron aparcarla cerca del yate, que no era muy grande, pero si muy bonito. Blanco y azul. Con un diseño muy moderno.
    
    Nada más subir, Emilio, que iba detrás de luismi, miró esos anchos asientos tapizados en blanco, que contrastaban con el color rojizo de la madera del suelo, luego giró la cabeza para admirar la cabina, que le pareció más grande de lo que podía parecer a simple vista, con un bonito cuadro de mandos y un cómodo ...
    ... asiento para el encargado de conducir, más un soberbio volante con su funda de piel, colocado a la altura idónea.
    
    De repente, apareció Dani, que era el encargado de El Rufian (nombre del yate).
    
    Pepe, ya le conocía; y sabía que era otro de los lios de luismi. Un Jubilado de la Armada, que tenía mucha experiencia en estos menesteres; además, de tener muy buena planta y muchas otras cosas…
    
    Le enseñó al chico, todo lo que ya estaba a la vista; y aprovechó que su cuñado y Dani se enfrascaron en una intensa conversación, para sugerirles sentarse a tomar algo en esos maravillosos asientos blancos de la cubierta. La tarde era espléndida y Emilio se arrodilló sobre ellos para mirar a su alrededor y curiosear, mientras salían del puerto.
    
    - Son las 18:00, dijo Pepe, con una tónica en la mano. ¿Os pongo algo?
    
    Y Santiago que se había sentado junto a Emilio, le miró y subió con la mano por la pierna de Emilio hasta tocarle los huevos.
    
    Emilio abrió las piernas y sacó un poco el culo; y Pepe se acercó a ellos…
    
    - ¿No quereis tomar nada?
    
    La mano de Santiago había empezado a recorrer esa estimulante rajita... Y enseguida se sintió acompañada por la de Pepe; que había entrado de arriba a abajo.
    
    - Yo, no... ¡de verdad!. ¿Tu Emilio?
    
    - No, no… ahora no quiero nada de beber… luego te pido algo ¿vale?
    
    Pero, Dani, desde la cabina, les miraba atentamente...
    
    - Parece que están impacientes y ya tienen ganas de que empiece la fiesta; le dijo a luismi, que estaba de ...
«12...456...»