1. EL INICIO CON MI MADRE III: SIN RIESGO NO HAY GOCE


    Fecha: 24/04/2018, Categorías: Incesto Autor: luisedgardo69, Fuente: SexoSinTabues

    ... y las piernas me temblaban por el esfuerzo de no recargar mi peso sobre el cuerpo de mi madre, que me recline hacia el lado de mi padre y quede en medio de ambos. Me quede absolutamente quieto, para no despertar a mi padre que aun roncaba; no tengo idea de cuánto tiempo paso hasta que mi madre se movió y se puso de costado, lo cual permitió que yo pudiera tener algo más de comodidad y no necesariamente estar en contacto con mi padre; deje que pasara un tiempo y comencé nuevamente a acariciar a mi madre que se encontraba de costado y dándome la espalda; levante su bata hasta la cintura y me dejo ver el gran trasero que tenía mi madre, inmediatamente tuve una durísima erección, así que muy lentamente me pegue hacia el cuerpo de mi madre y mi pene se colocó a lo largo de la unión de sus dos nalgas y comencé un movimiento casi imperceptible para ver cuál era su reacción , pero increíblemente no encontré ningún tipo de rechazo, así que actué nuevamente de manera osada y baje mi verga y la introduje muy suavemente entre la parte baja de sus nalgas ...
    ... como buscando la entrada de su vagina, allí la tuve quieta un momento hasta que comencé un mete-saca lento pero sin penetrarla, hasta que mi glande encontró la entrada de su conchita jugosa, solo introduje mi glande y me quede quieto un momento, poseído por una excitación terrible comencé a meter mi verga lentamente hasta que mis testículos chocaron con sus nalgas y comencé a bombear lenta y rítmicamente pero aumentando cada vez más la fuerza de la penetración, ya no me interesaba que mi padre roncaba a mi costado, el sonido del crujir de la cama interrumpía el silencio de la casa, hasta que nuevamente estalle inundando la vagina de mi madre con mi leche…… eran como las 03.30 de la madrugada cuando salí del cuarto de mis padres por la ventana y me dirigí hacia mi cuarto, llegue me acosté y me quede dormido rápidamente luego de la gran faena que había realizado……. no sé cuánto tiempo habría pasado hasta que un sonido muy particular y conocido me despertó, era el crujido de la cama de mis padres que nuevamente perturbaba la tranquilidad de la casa……. 
«123»