La gran aventura - Relatos Eróticos

La gran aventura

... clásico, plátanos, pepinos, calabacines, una calabaza larga y algo que me pareció lo más, unas prunas verdes que emplearía o no, depende de cómo fueran las cosas, después pase por una farmacia y compre vaselina.

Al llegar a casa quise probar antes de conectarme que tal me comportaría con esas cosas entrando en mi cuerpo, nunca había hecho mas que echar algún polvo y no muchos, no por que no me gustara, es que en estos últimos tres años estaba centrada solo en dos cosas, estudiar y Carlos.

Entre directamente al cuarto con una mochila en la que llevaba la compra, me desnude cogi un plátano, lo embadurne con vaselina y comencé a meterlo, al principio me molesto un poco, pero después de tener mas de medio dentro comenzó a gustarme, algo que me asusto por si me hacia adicta, me reí yo sola, lo maneje un rato hasta que me note un grato cosquilleo, lo retire y comprobé que brillaba demasiado.

Entonces con un calabacín que tenia unas medidas mas que respetables, mas de treinta centímetros de largo por unos cuatro en medio, lo embadurne, pero mucho menos que el plátano, pues no quería que se notara que estaba untado con nada y como yo ya lo estaba, comencé a meterlo y eso si que era otra cosa, lo fui metiendo hasta mas de la mitad.

Unos 18Cm. lo que viene siendo una buena polla, desde ahí comencé un metisaca que cuando note que me fallaban las piernas pare un instante, lo justo para sentarme en la cama apoyando la espalda en el cabecero para continuar hasta tener un ...

... orgasmo súper.

Todo lo demás lo guarde en un armario y lo deje en reserva para otro día, lave las dos piezas para quitar los restos de vaselina, me lave y vestí y salí al salón, pronto llego mi padre y al rato cenamos, después me retire a mi cuarto a “estudiar”.

Tenia a mano pero fuera del alcance de la cam las piezas seleccionadas, después de aplicarme un poco de vaselina me conecte y al instante apareció Carlos, con las manos vendadas aun. Su voz soltó un meloso.

Hola cariño ¿Cómo estas hoy? Te veo bien, parece que hayas tenido un buen día.

Parecía que se me notaba el orgasmo, solo se me ocurrió decirle que habían hecho un examen sorpresa, que aunque no puntuaba era importante y que lo había superado con margen, y tu como estas, ¿esas manos están mejor?

Si tuviera que tocarte con ellas seguro que se curaban de golpe pero de momento ¡Si! van mejor, lento pero mejor.

Sin decir nada mas comencé el espectáculo para él, no tenia a la vista nada de lo que había comprado, cuando estaba desnuda del todo y comencé a mordisquearme los pezones y acto seguido apareció el plátano, sonrió de forma picara, seguí con la “fiesta” hasta que alcance un orgasmo con el plátano, no fue demasiado explosivo pues yo sabia que había una segunda parte, cuando el me dijo.

Gracias por acordarte de lo que hablamos ayer, has estado magnifica.

No le respondí, solo retire el plátano después de unos instantes en que tenía los ojos entornados y cuando apareció el calabacín le vi en la ...