1. 39.5 Volver a empezar


    Fecha: 27/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... semen y me llevé la mano a la boca, me encantaba su sabor, aquí fue donde pensé que quería saborear su leche.
    
    Llegó con su boca a mi verga, la lamió y la metió en su boca, al cabo de un momento le cabía y la tragaba entera y no es precisamente pequeña, luego lamía y se metía mis testículos, chupando de ellos logrando que suspirara con fuerza.
    
    Yo continuaba masajeando su verga y acariciando sus huevos, los notaba grandes y calientes en mi mano, sentía la necesidad de chuparle la verga y los huevos.
    
    -Gonzalo, quiero chupar tu polla, comértela, por favor.
    
    Dicho y hecho, me colocó en posición y enterré mi nariz en su pubis, olía de fábula a hombre viril y muy macho, a un ligero olor a sudor y un perfume que no identifiqué, aspiraba continuamente y sus pelos se me metían por la nariz.
    
    Sus pelotas no cabían las dos en mi boca, primero las lamí y luego las fui metiendo una después de otra, para jugar con ellas llenándolas de la humedad de mi saliva, me sabían deliciosas.
    
    Estuve un tiempo jugando con ellas y abría las piernas para que llegara con mi lengua a su perineo lleno de oscuros pelos, hasta llegar a la entrada de su culo.
    
    Volví a su polla que aún no había probado, es un trozo enorme de carne, muy parecida a la Nico y Rayhan, pero con alguna diferencia, el pellejo del prepucio no es tan largo y cuando erecta sale casi todo el glande, riquísimo de sabor, largo y un poco aplastado, ideal para un culo que no haya sido muy utilizado y su piel de una suavidad ...
    ... exquisita.
    
    Mi boca ya había comido pollas de semejante tamaño, está acostumbrada y en pocos instantes la tenía toda dentro de mi garganta ahogándome. Gonzalo se percató de mi proeza y sin dejar su postura mamando mi polla, a la vez follaba mi boca con su duro pene.
    
    Sacó parte de su verga para acercarse a mi ano y besarlo y chupar de él, me hacía gemir como un condenado y tenía que sacer su polla para respirar y suspirar entrecortado, no podía hacer tres cosas a la vez.
    
    Al cabo de unos momentos metía sus dedos en mi ano y lo follaba con ellos. Era tanto el placer que dejé su verga abandonada para centrarme en las sensaciones que llegaban a mi cerebro.
    
    -Fóllame Gonzalo, por favor. -susurré sin voz. –Fóllame, tómame ya.
    
    Su idea era otra y metió un centímetro de su lengua en mi culo, la pasaba por las paredes de mi recto y arañaba el anillo con sus dientes.
    
    Abandonó mi culo para volver a mi polla y no atendía mi necesidad de estar lleno de él, quería su rabo en mi vientre.
    
    Tiré de él para que se colocara encima de mí y le supliqué con voz de marica, porque se me quebró de angustia la voz.
    
    -Por favor, fóllame ya. –parece que no se atrevía, ¿qué se creía que tenía entre las piernas? Cogí su pene y lo puse en la entrada de mi ano.
    
    -Mételo ya, dame tu polla de una vez.
    
    Comenzó a empujar y desde luego no era un lapicero lo que me metía, me penetraba sin parar hasta que sus pelotas quedaron pegados a la entrada de mi ano, descansó un momento, sentía sus ...
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