1. El carnaval


    Fecha: 29/04/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sala. David estaba metiendo mano a Adela sin reparo alguno. Me sorprendió ver a Adela entregada a ese mulato echando su larga melena hacia atrás y restregando sus tetas por el ancho pecho de David. Clara me agarró de la mano y nos pusimos a bailar pegados al lado de los invitados. Entonces Clara comenzó a lamer mis labios con sensual paciencia. Me estremecí al sentir la suavidad de su lengua; al cabo de unos minutos Adela se separó del mulato y vino a nosotros. Clara dejó libre mi cuerpo y Adela se acercó a mí, me enredó entre sus delicados brazos y su cuerpo caliente se aferró al mio. Sin mediar palabra comenzó a besarme y a tocarme el culo, yo dejé que todo fluyese a su gusto y miré a mi mujer que se solapaba con David y me sorprendió verla besarse con aquel hombre. Adela se percató, y con sus largas uñas en mi barbilla apartó mi mirada de mi mujer para llevarme a sus enormes ojos que parecían sedientos de deseo. Finalmente me entregué por completo, comencé a devorar a Adela sin contemplaciones. Perdí la noción del tiempo y cuando volví a la sala, vi como mi mujer y el mulato se habían sentado en el ámplio sofá de la sala, mirándonos excitados. David hizo un comentario diciendo que no había nada mejor que ver a dos mujeres besándose y metiéndose mano. Todo dio un giro de repente. Adela se separó de mí y se fue al sofá, yo me quedé inmóvil en medio de la sala, Adela se puso al lado de Clara y comenzó a acariciar su cara, mi mujer reaccionó besándola como si nunca lo hubiese ...
    ... hecho o como si lo llevase deseando mucho tiempo. Aquella imagen no se me puede olvidar aún hoy. Era lo más excitante que jamás había visto. Las dos primas se fundieron, ya no había remedio, se empezaron a desnudar la una a la otra como si estuviesen solas en la sala. Acabaron sobre la alfombra iraní que teníamos en toda la sala. Fue entonces cuando David se levantó, se puso una copa y me trajo otra para mí.
    
    -buen espectáculo...verdad?
    
    La verdad es que lo era. De repente David se acercó mucho a mí, puso su mano sobre mi barbilla y comenzó a seducirme. Jamás me había seducido ningún hombre, pero por alguna extraña razón comencé a excitarme. Él me trataba como si fuese una mujer, aunque sabía que era un hombre, me hablaba de lo hermosa que era y que tenía un cuerpo espectacular. Poco a poco sucumbí a los encantos de aquel hombre, hasta verme enredado entre sus brazos. Me dejé llevar sintiéndome realmente seducida, sí, digo seducida porque de algún modo me sentía que era una mujer más en aquella fiesta. El olor a perfume de mi mujer me embriagaba y finalmente mi cuerpo comenzó a relajarse y a dejarse llevar por las caricias de David. El mulato comenzó a besar mi cuello con delicadeza e hizo que me estremeciese y curiosamente noté como mis pezones se erizaban. Miré a mi mujer que seguía con Adela ahora completamente desnudas, el espectáculo que veía consternaba mis sentidos. Estaban entregadas en un 69 maravilloso. Al momento miré a David. Él en todo momento había sido muy ...