Hora de disfrazarse
Fecha: 01/05/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: carihuevina, Fuente: CuentoRelatos
Ahora llegado el día, la idea carecía menos aun si cabe de interés.
Se lo había prometido a mi compañera por lo tanto no podía faltar.
Mi afición por las novelas negras y el visionado reciente de la serie supongo que tuvo un gran peso en la elección del disfraz.
Ella por su parte iba vestida con el atuendo típico de los dibujos de anime.
No me molesté si quiera en preguntar qué personaje emulaba puesto que no sigo ese arte.
Llegamos a la sala que habían habilitado para la fiesta.
Había mucha gente, más de la que jamás esperaría que hubiese.
La disparidad de atuendos era tal que haciendo memoria no podría más que reseñar los que por referencia se toman como clásicos.
Procuraba no separarme de mi amiga, puesto que estaba en un entorno nada confortable para mi gusto, pero el carácter tan abierto de ella hizo que pronto estuviese en medio de un numeroso grupo disfrutando de una conversación que no parecía terminar.
Me sentía un poco tonto allí de pie, esperando a que ella me rescatase, por lo que recurrí a otro clásico.
Me fui directo a la mesa de aperitivos, por lo menos allí estaría a salvo de miradas.
Además un par de copas siempre ayudan a practicar el insulso arte de intercambiar palabras con desconocidos, que por su forma de hablarte, parecen creer que hayas amanecido junto a ellos.
Estaba absorto en todo ello, cuando un accidental tropiezo con otra asistente me hizo recordar. Eché una ojeada al resto de la sala pero no encontré a mi ...
... amiga.
Salí a los jardines por si estaba allí pero no hubo suerte.
Se había ido sin avisar.
Decidí irme, ya tendría unas palabras con ella al día siguiente.
Recogí la chaqueta que había dejado en el perchero.
Al ponerla noté que había algo en el bolsillo.
Era una invitación. Escueta.
Solo se leía una hora y un número de habitación.
Olvidé deciros, que la reunión se celebraba en el salón de actos de un hotel.
Supongo que era una estrategia de cara a la publicitación del mismo, puesto que se inauguraba ese día.
Subí a la habitación a la hora acordada puesto que no encontraba a mi amiga y era ella quien había traído el coche.
Entré con todas las intenciones de tumbarme y descansar, esperando a que en algún momento ella se dignase en llamar para irnos.
Pero allí había otro sobre con otra pista. Esa pista me condujo a otra serie más. Poco a poco fui resolviendo cada acertijo hasta que finalmente me vi en la entrada del hotel.
Una limusina me recogió. El chófer me dijo que había resuelto el enigma y que me llevaba al destino final.
Por el camino hicimos una parada para recoger a otra afortunada. Era una chica que imponía.
Me pasé todo el trayecto callado, en mi rincón del asiento mirando por la ventana, mientras tanto ella hacía disfrute de todas las comodidades del vehículo.
Iba ataviada con un atuendo de guerrera amazona.
El disfraz le sentaba estupendamente, se ajustaba a cada curva de su cuerpo, dejando a la imaginación lo que uno ...