Mi inicio en el mundo de las ventas
Fecha: 01/05/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Sleepkiss, Fuente: CuentoRelatos
Lo que les contaré, me sucedió cuando la empresa para la que trabajaba pasaba por una mala situación, y se instauró la política de que cada empleado debía ser un potencial vendedor.
En una de las empresas en las que trabajé como secretaria, el Gerente nos reunió un día a todos los empleados, para decirnos que además de nuestras labores habituales, debíamos intentar vender los artículos que ellos importaban, y si el volumen de ventas era bueno recibiríamos un abono adicional en nuestro cheque de fin de mes.
Esta empresa se dedicaba a importar artículos deportivos, entre los cuales vendían también fajas para adelgazar. Debido a que siempre he tenido un carácter extrovertido, pensé que no me sería difícil entrar en el mundo de las ventas. Fue así que le dije a mi marido, que de ahora en adelante llegaría más tarde a casa, ya que luego de salir del trabajo me dedicaría a vendedora. Al decirle esto se rio, y yo le dije que le demostraría que si podía hacerlo.
Empecé visitando amigas que conocía y algunos chicos que estaban un poco subidos de peso. En mis recorridos llevaba un catálogo de los productos que ofrecía, y una de estas fajas para poder hacer una demostración. Fue así que un día que me dirigía donde unos clientes, alguien me llamó por mi nombre en la calle. Cuando voltee reconocí a Eduardo y José, un par de amigos de mi antiguo barrio. Nos saludamos y conversamos brevemente, hasta que José me dijo que en ese momento se dirigían a su departamento, y me preguntó ...
... si deseaba acompañarlos.
Les comenté que en ese momento me dirigía a realizar mis ventas, y cuando les mencioné lo que vendía, me dijeron que podíamos aprovechar para que les hiciese una demostración. Debido a que salía a realizar mis ventas luego del trabajo, en ese momento tenía puesta la ropa que normalmente utilizo para ir a trabajar. Siempre me ha gustado usar minifaldas, y sabía que mostrar mis piernas era un argumento fuerte a la hora de abordar clientes masculinos. Además de la minifalda que traía puesta, usaba medias de nylon ya que eso hace que las piernas se vean más uniformes. Usaba también en ese momento una blusa pegada que me gustaba mucho, y que resaltaba mi busto el cual era el centro de atención de mis compañeros de oficina.
Cuando llegamos al departamento de José, comenzamos a conversar de los viejos tiempos y de lo mucho que nos habíamos divertido juntos.
Me dijeron que, ya que se había presentado la ocasión de reencontrarnos, sería buena idea volver a salir para divertirnos como antes. Les conté que me había casado, y ellos me dijeron que teníamos que celebrarlo por lo que José abrió una botella de champagne, y brindamos por nuestro reencuentro.
Al estar conversando y verlos convertidos en hombres, recordé cuando éramos chiquillos e íbamos a las fiestas de nuestro antiguo barrio.
En esa época se acostumbraba mucho los bailes lentos, y poner la luz algo tenue. Recuerdo que cuando salía a bailar con alguno de ellos, aprovechábamos la poca ...